Comunidad
Análisis político
enero 2025
Nota sobre Yamil Salerno
por Nicolás Morel
¿Quién es Yamil Salerno?
El hombre de confianza de Karina Milei y Santiago Caputo para organizar a la juventud “libertaria”. Su pasado peronista y las acusaciones por defraudación al Estado.
Luego de meses de un conflicto universitario que no vislumbra un final claro, desde el Gobierno nacional apuestan a la creación de una fuerza militante propia dentro de las facultades.
Con el objetivo de aglutinar a las diferentes expresiones de derecha, inconexas entre sí, desde el Ejecutivo nacional han apostado a la creación de su propia agrupación oficial, “Universitarios por La libertad Avanza” (ULLA). Para la tarea, fue convocado el presidente del Partido Libertario de la Provincia de Buenos Aires, Yamil Eloy Salerno.
El objetivo expreso de los jóvenes “libertarios” es llevar las “ideas de la libertad” a un ámbito universitario donde priman las expresiones políticas del radicalismo, el peronismo y la izquierda. En la práctica, han protagonizado diferentes choques con estudiantes y docentes de las universidades públicas, la cual denuncian por estar “infiltrada por marxistas”. En todos estos enfrentamientos, Yamil Salerno dirigió las acciones de los “libertarios” en primera persona.
¿Quién es Yamil Salerno? Un ex peronista a la mesa chica de “La libertad avanza”
Salerno comenzó su carrera política en 2014, en la ciudad de Rosario. De la mano del peronismo local se incorporó al equipo del Parlamento juvenil de Mercosur que operaba en la ciudad santafesina. En 2017 integró el armado del peronismo local “disidente” a la conducción regional del PJ, “Unite por la libertad y la dignidad”. Allí se postuló como candidato a concejal. Como dato de color, Unite integró, al año siguiente, el frente electoral “Frente patriota” con Bandera Vecinal, un partido un partido que fue proscripto en 1990 por sostener posturas ideológicas vinculadas al nazismo. También fue responsable de la lista que llevó a la modelo Cinthia Fernández como candidata a presidente, y a la reconocida Amalia Granata quien logró el escaño como diputada provincial por Santa Fe.
La apertura de Salerno respecto de Unite no lo alejó de sus ideales peronistas. En 2021 fundó un nuevo partido, “Proyecto Joven”, con base de operaciones en Santa Fe y Buenos Aires. Como señaló en una entrevista radial del año 2023, su objetivo era “peronizar a los radicales, libertarios y macristas que se sumen a sus filas”.
Proyecto Joven se presentó a elecciones en 2021 y 2023. En el último caso, llevando como candidato a presidente de una de sus listas internas al escritor kirchnerista Mempo Giardinelli. A fines de 2023 se presentó en contra de Salerno una denuncia por llenar las listas de su partido con candidatos ya fallecidos o que no habían dado su consentimiento para figurar como tales.
La incorporación de estos candidatos a sus listas le había permitido presentar a las PASO presidenciales tres internas dentro de su partido. Como consecuencia, la Justicia electoral le otorgó fondos por alrededor de 350 millones de pesos. La investigación apuntaba a Salerno
por lucrar a costa de lo que comúnmente se conoce como una “PyME electoral”. Su domicilio fue allanado y debió comparecer ante la justicia.
Luego de las presidenciales de 2023, y con el fenómeno mileista en alza, Salerno donó la personería de Proyecto Joven para que los “libertarios” pudieran conseguir el reconocimiento legal en la provincia de Buenos Aires bajo el nombre de “Partido Libertario”. A Salerno se le ofreció una silla en la mesa nacional de dicho partido, dirigido por el ahora ex legislador Ramiro Marra, en calidad de responsable por Buenos Aires.
En sus redes sociales, a Salerno se lo puede ver en fotos con Ezequiel Atauche, Senador por LLA, acusado recientemente de enviar sicarios para intentar asesinar a su expareja. Para el dirigente “libertario” de PBA, de lo que se trata es de “terminar” con los “curros” de la izquierda, el kirchnerismo y el radicalismo en la Universidad, los cuales estarían consumiendo recursos destinados a la educación.
El brazo estudiantil de LLA para disputar el control de las Universidades
Luego de la masiva movilización del pasado 23 de abril, desde el Ejecutivo nacional resolvieron organizar el brazo estudiantil de La libertad avanza. Para eso, Santiago Caputo y Karina Milei reunieron a algunas decenas de jóvenes partidarios de las ideas del gobierno nacional. El lugar: las oficinas de Fernando Cerimedo, proclamado extraoficialmente como “asesor de redes sociales” de Milei, que llegó a Argentina a fines de 2023 luego de trabajar en las campañas electorales de Donald Trump, Jair Bolsonaro y Gabriel Boric. A Yamil Salerno se le otorgó la tarea de dirigir al nuevo grupo de militantes libertarios, los cuales tienen presencia casi exclusivamente en un grupo de universidades del conurbano bonaerense, bautizado “Universitarios por La libertad avanza” (ULLA).
En el equipo de Salerno destaca la asesoría en redes sociales: influencers, expertos en redes e incluso el apoyo del director nacional de la Oficina de tecnologías de información de la Jefatura de Gabinete, Lucas Cáceres. Desde su cuenta de X (“Universitarios de LLA”) hacen responsables a la izquierda y al kirchnerismo —a quienes denominan “orcos”— de la crisis de financiamiento que atraviesa la Universidad, así como también comparten mensajes contra las vacunas y los inmigrantes. Difusores de los planteos del empresario Elon Musk, su objetivo es terminar con el “adoctrinamiento ideológico” de lo que definen como el “marxismo cultural”.
A través de sus redes sociales, los jóvenes “libertarios” llaman a la población a chocar contra el movimiento estudiantil y desarmar las tomas. En sintonía con este mensaje, la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunció públicamente hace algunos días, a los estudiantes por estar preparando un “levantamiento como en Chile” como, también, de armar cócteles molotov y bombas dentro de las facultades.
Los choques contra las tomas de facultades
Fuera de las redes sociales, su intervención destaca por organizar enfrentamientos con estudiantes y docentes de las Universidades. El principal de ellos ocurrió el pasado 14 de octubre, cuando una veintena de militantes de ULLA irrumpieron en una asamblea de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) que se encontraba debatiendo la toma de la misma
junto con alrededor de 70 otras casas de estudio a nivel nacional. Portando gas pimienta y palos, intentaron disolver la asamblea, pero fueron rechazados y debieron retirarse luego de dejar un reguero de estudiantes heridos. Antes de los hechos, una estudiante de la facultad denunció haber recibido un mensaje de uno de los militantes, el cual advertía que, de no desalojar la asamblea, serían atacados. Las autoridades de la universidad iniciaron acciones legales contra los responsables del hecho.
Anteriormente protagonizaron enfrentamientos similares en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP. Se reportaron amenazas a estudiantes en Medicina de la UBA y la Universidad de Jose C. Paz durante las últimas semanas, provenientes de militantes ligados a este grupo.
En todos los casos, Salerno fue el director de las acciones de sus militantes. En sus redes sociales se lo puede ver posando, orgulloso, con los jóvenes que protagonizaron el ataque a la asamblea de la UNQ el pasado 14/10.
Universitarios por LLA no es humilde en sus pretensiones. Tienen como objetivo extenderse a todas las casas de estudio del país. Su gran desafío es abrirse paso en la Universidad de Buenos Aires, donde el título de única agrupación de derecha lo posee un grupo de escasa difusión y de pasado macrista, “Seamos Libres”.
Detrás de la pantalla de una agrupación universitaria del Gobierno nacional se esconde una trama política que une a grupos provenientes de la ruptura de los partidos tradicionales, corruptelas, el apoyo de sectores que tienen vínculos directos con el trumpismo y el bolsonarismo y, finalmente, equipos de choque que apuntan a asambleas y militantes estudiantiles y docentes que son insuflados desde el Poder ejecutivo. Es una matriz que emerge mientras el país atraviesa una crisis económica y política sin precedentes, cuyo resultado es incierto y amenaza con tener un alcance explosivo.