Literatura
Reseña Literaria
enero 2025
Reseña literaria: la invasión de un entretejido de palabras no conscientes
por Guido Schiappacasse
El surrealismo es una corriente artística y literaria que se desarrolló en el siglo pasado en un ahínco por explorar el mundo onírico y lo inconsciente1. Así, el surrealismo literario tuvo como progenitor a André Breton2 con su «Manifiesto surrealista» hacia 1.924 en el país galo; caracterizándose este movimiento por:
Explorar el inconsciente: los escritores surrealistas husmean en el acontecer de nuestra mente cuando estamos durmiendo e intentan vislumbrar todo lo relacionado con lo inconsciente, de esa forma cuestionan las normas de la realidad y del lenguaje.
La asociación libre de ideas: las obras surrealistas juegan con las interrelaciones libres entre ideas y elementos que no tienen una relación lógica.
Fusión entre realidad y fantasía: en estos escritos se mezclan lo cotidiano con lo fantástico para crear escenarios que desafían el juicio lógico del lector.
Imágenes poéticas: se emplea un lenguaje generoso, sugestivo y evocador, creando así una atmósfera onírica o surrealista.
Escritura automática: el artista desarrolla su arte sin pensar, editar ni corregir lo que escribe, haciendo una pesca con redes del flujo de ideas y emociones que surgen espontáneamente en su psique.
Pues bien, hoy quisiese, si me lo permitís, tener el goce de presentarles un interesantísimo cuento de corte de surrealista, me refiero a «Casa tomada»3 de Julio Cortázar.
Al respecto, Julio Florencio Cortázar (1.914 – 1.984) fue un escritor, académico y traductor argentino. Se le considera uno de los autores más innovadores de su era, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve; pero no por ello menos ducho en el arte de la novela, como lo demuestra su «Rayuela». Junto con connotados escritores contemporáneos y latinoamericanos como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa, fue parte del boom latinoamericano; fenómeno literario, editorial, cultural y social ocurrido entre los años 1.960 y 1.970… Y desde ese entonces hasta hoy el trabajo de Cortázar parece deambular errante entre lo real y lo fantástico; y es por ello que se lo puede considerar como parte del quehacer surrealista.
Ahora bien, «Casa tomada» es una breve narración contada en primera persona por el hermano de Irene, cuyo nombre y existir él mismo dice que no interesa, lo que genera en el lector el efecto contrario, vale decir, un atractivo por conocer más de esta historia.
Inicialmente el rodaje de este cuento es pausado, como ruedas de carreta, describiéndose la casa donde él y su hermana Irene viven desde su nacimiento y que cobija los recuerdos de sus bisabuelos, el abuelo paterno, sus padres y la infancia de ellos mismos; y pese al lento narrar inicial, esto genera la intriga en el lector que se pregunta hacia donde nos dirige este escritor.
La casa, la protagonista animada del relato, es espaciosa, antigua, profunda y silenciosa; es más, es tan grande que podría albergar cómodamente hasta ocho personas, sin embargo, solo viven dos hermanos cuarentones que no se han casado y expresan una especie de matrimonio fraterno por conveniencia, sin producirse un consumar físico de la relación, solo se acompañan en su soledad, se levantan obsesivamente a las siete antes del meridiano, hacen aseo prolijo de cada habitáculo; y a las once de la mañana él deja que Irene retoque las últimas habitaciones en compañía solo de ella misma y sus remembranzas, porque él debe cocinar para los dos. En las tardes ella disfruta con el tejido y él ante la falta de literatura francesa que adquirir en Buenos Aires, revisa las colecciones sin vida de estampillas de su difunto padre; y solo abandona el hogar los sábados para comprarle madejas a Irene que teje cual Penélope4 a la espera de su marido.
La casa presenta un ala trasera compuesta por el comedor, una sala con gobelinos, una biblioteca y tres grandes dormitorios. Esta parte trasera se comunica por un pasillo con la parte delantera del hogar, pasillo que puede cerrarse merced a una puerta de hercúleo roble. El ala del frontis alberga un baño, la cocina, sendos dormitorios que ocupan los hermanos y un living; y este último da al zaguán que topa con la puerta de la fachada de la casona… Y sucedió que un día como cualquier otro, unos ruidos sordos e imprecisos invaden la popa del hogar; los hermanos asumen que la casa ha sido tomada y cierran la puerta de roble acomodándose a vivir en la parte delantera; echan de menos algunas cosas, pero rápidamente se adaptan a vivir en un menor espacio, de hecho, menos tiempo les ocupa hacer el aseo; es más, dejan de pensar en los ruidos y no investigan su origen, porque se puede vivir sin pensar… Pero en una noche cualquiera, ahora el sordo bullicio proviene del baño o la cocina de la proa del inmueble, ellos se dan cuenta de que la invasión se ha completado, a través del zaguán salen a la calle y cierran con picaporte la puerta delantera de la casa arrojando la llave al alcantarillado; son las once de la noche, no vaya a ser que la casa sea a esa hora ultrajada por ladrones que pudiesen tener muchos inconvenientes, ¡así, con la casa tomada!
Un relato que genera interés de punta a cabo, en donde Cortázar engalana la narración con un vocabulario refinado y adjetivos evocadores que contribuyen a crear una atmósfera onírica, incorpora elementos no lógicos (los sordos e inexplicados ruidos que invaden la casona) que otorgan un sentir surrealista, mezcla en la juguera de su creación hechos cotidianos (el diario quehacer de los hermanos) con lo fantástico (esta extraña presencia sonora) en un realismo mágico5 y surrealista. Es más, el mismo autor confesó que soñó este cuento y que al levantarse lo escribió de un solo tirón, en un relatar automático que no permitió la meditación consciente, como es propio de esta literatura surrealista.
Además, este cuento destaca por la presencia de frases puestas por el autor con acierto y genialidad, frases como para el bronce: porque se puede vivir sin pensar. Y es así como los hermanos deciden respirar solo en la parte delantera de la casona sin cuestionarse más por los invasores sonidos que inundan la parte trasera. Sin duda, el hombre de tanto convivir con un veneno se acostumbra a este como el rey Mitrídates6, dejándose de cuestionar por el origen de este mal.
Ahora bien, el final del cuento es simplemente fuera de serie. Irene y su hermano se deshacen de la llave de la casa para que ningún malhechor entre en ella y sufra el malestar que producen los invasores ruidos; un término simple de esta narración, pero que sorprende, no puede preverse y nos deja boquiabiertos por la sorpresa.
Finalmente, cuando un relato acepta más de una interpretación, ¿no es acaso una gran narración que promete estrujar las neuronas grises y pensantes del lector?
Y precisamente esto ocurre con «Casa tomada».
Este escrito ve la luz en la época de Juan Domingo Perón7 en Argentina. Los hermanos representan la clase acomodada o burguesa que vive de las rentas o de los haberes que dan las tierras heredadas; tal como Cortázar nos describe la almidonada vida de Irene y su hermano. Los ruidos invasores que finalmente expulsan a estos dos o les hacen perder sus privilegios simbolizan a la clase obrera peronista que reclama con sordos alaridos.
Pero como nuestro escritor oyó de lo que ocurría en Europa con el surgimiento de la II Gran Guerra, puede ser verosímil pensar que los molestos sonidos son reflejo de la invasión del ejército del führer, la casona representa los países y tierras invadidos y los hermanos son los inmigrantes y refugiados del horror de metralletas, misiles y bombas desatadas sin más control que el de la locura.
También es aceptable una interpretación psicológica de este cuento. En un psicoanálisis8 ortodoxo el inmueble simboliza el útero materno donde los infantes no nacidos alojan cómodamente y están siempre a gusto y muy protegidos. Pero cuando los fraternos personajes salen a la calle traspasando la puerta de entrada es cuando nacen y deben enfrentar a disgusto lo desconocido, siempre hostil e inclemente. Por ende, el barrullo infectante representa el trauma del nacimiento9.
A modo personal, reflexiono y pienso que este cuento es más surrealista de lo que el mismo Cortázar creyó. La casona, según mi parecer, representa el aparato psíquico 10.
Así, la parte trasera del inmueble es el inconsciente, espacioso como el que más, vetusto porque alberga lo primigenio, profundo como los acantilados marinos; y silencioso cuando decide no importunar a la consciencia; sin embargo, se torna ruidoso cuando los conflictos psíquicos pujan por hacerse conscientes.
Por el contrario, la parte delantera de la construcción muestra a la consciencia que trata de no ser invadida por los ruidos primigenios de lo inconsciente, por eso es que cierra una puerta de roble que la separe de los conflictos psíquicos bulliciosos, molestos y reprimidos.
Los hermanos asean continuamente la casa, la tratan de mantener en orden, la mente busca mantener el equilibrio y la cordura; sin embargo, los sordos y enigmáticos sonidos conflictivos de lo inconsciente invaden por completo la psique (o esta casa) lo que lleva al dueño de esta mente a la locura irrevocable; y por eso los hermanos salen de la casa, no hay vuelta atrás, lo más allá del uno mismo consciente ha invadido a esta psique (u hogar).
Con este análisis desde variopintos puntos de vista, he intentado motivarlos para que disfruten del genio onírico de Julio Cortázar y de su creación «Casa tomada», tal como a mí me ha ocurrido.
Un muy feliz año y que la bienaventuranza y la buena literatura inunden vuestras vidas.
¡Hasta la próxima entrega!
- Inconsciente: la parte de la psique humana que alberga pensamientos, sentimientos, recuerdos y otros contenidos que no son conscientes para el sujeto; sin embargo, influyen en el comportamiento de este individuo. El inconsciente se manifiesta en olvidos, lapsus, actos fallidos e influye en la toma de decisiones y en la motivación.
- André Breton (1.896-1.966): escritor, ensayista, poeta y teórico francés del surrealismo, siendo reconocido como el principal fundador y exponente de este movimiento.
- Casa tomada: cuento de corte surrealista y fantástico de Julio Cortázar. A continuación, dejo el enlace de la publicación en Internet: Aquí
- Penélope: en la Odisea de Homero este personaje es la reina de la isla de Ítaca. A la espera de que volviese su marido Odiseo (o Ulises) de la guerra de Troya, durante diez largos años por el día teje un sudario funerario y por las noches deshace lo hecho, así busca ganar tiempo, porque se ha comprometido a contraer, contra su voluntad, cuando termine de tejer, segundas nupcias con alguno de los pretendientes que invaden el palacio de Ulises y consumen su hacienda.
- Realismo mágico: movimiento literario y pictórico originado en el siglo XX que se caracteriza por representar lo extraño, lo irreal u onírico como algo cotidiano y común.
- Mitrídates (132 antes de Cristo – 63 antes de Cristo): El rey Mitrídates VI fue rey del Ponto gobernando extensas tierras en el Asia Menor. Fue muy conocido por ingerir pequeñas dosis de venenos con aumentos en forma muy gradual de la dosis a beber, para así adquirir inmunidad frente a dichos tóxicos.
- Juan Domingo Perón (1.895 – 1.974): fue un escritor, político y militar argentino que ocupó la máxima magistratura del país de Argentina durante tres períodos. También participó en el golpe de estado de 1.943 en la Argentina, estableciendo alianzas con el Grupo de Oficiales Unidos nacionalistas y los sindicatos socialistas y revolucionarios.
- Psicoanálisis: teoría y práctica terapéutica que busca analizar lo inconsciente para así entender el comportamiento, los pensamientos y los sentimientos de las personas. Corriente psicológica fundada por el neurólogo austríaco Sigmund Freud por el año 1.896.
- Trauma del nacimiento: el psicoanalista Otto Rank elaboró esta teoría psicoanalítica que plantea que el nacimiento es el primer trauma de la vida humana; así la separación del vientre materno puede explicar los trastornos neuróticos en la vida adulta.
- Aparato psíquico: modelo teórico y explicativo de la psique humana elaborado por el médico neurólogo Sigmund Freud. Esta maquinaria se compone de tres sistemas a saber (primera tópica): el inconsciente (ya explicado en la referencia número 1), el preconsciente que guarda los contenidos no conscientes pero que pueden hacerse conscientes y ser recordados en algún momento; y lo consciente que alberga los pensamientos de los que es consciente una persona en un momento dado; de hecho, lo consciente permite conocer el mundo exterior e interior (a uno mismo). Destaca que ante eventos vitales que son desagradables a la consciencia, esta puede reprimirlos, o sea, olvidarlos trasladándose estos contenidos hacia lo inconsciente. Conflictivas que a su vez desde lo no consciente intentarán superar la represión (u olvido) de la conciencia y volver a ser revividos conscientemente, de hecho, en el psicoanálisis clásico esta represión y lucha de fuerzas opuestas entre lo consciente e inconsciente es el origen de la neurosis en la vida adulta.