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Crítica filosófica
diciembre 2024
El dualismo cartesiano en el cogito: Perspectivas alternativas para la comprensión de la relación mente-cerebro desde un enfoque interdisciplinar
por Luisa Fernanda Pemberty
Resumen
Como consecuencia de la fundamentación epistémica del método cartesiano, se hereda un dualismo irreconciliable que escinde al hombre de la naturaleza como sustancia corpórea, implicando, además, cierta prevalencia de la sustancia pensante sobre el cuerpo, y la excepción humana en virtud de lo mental. Este texto pretende disipar las ideas segregacionistas impuestas por aquella tradición dualista, valiéndose fundamentalmente de las críticas desarrolladas por autores como Ryle (2005) o Talaván (2007) respecto al “mito del fantasma en la máquina”, y Damasio (1996) desde la propuesta de la relación de correspondencia entre procesos o funciones mentales con determinadas estructuras cerebrales. Por último, desde la perspectiva de Velasco (1996) y Schaeffer (2009), se señalará lo contradictorios e insuficientes que resultan los planteamientos del dualismo para suponer que lo mental prevalece por encima del cuerpo, y que sólo los hombres en virtud del lenguaje acceden a este plano.
Palabras clave
Dualismo, cuerpo, mente, cerebro, sustancia, excepción humana.
Abstract
As a consequence of the epistemological foundation of cartesian method, we have inherited an irreconcilable dualism that cleaves man from nature as corporeal substance, also implying certain dominance of the thinking substance on the body, and the human exception in relation to his mind. This text pretends to disipate segregationst ideas imposed by dualist tradition, by displaying the critiques developed by authors like Ryle (2005) or Talavan (2007) about “the myth of the ghost in the machine”, and Damasio (1996) from the suggestion of the correspondent relation between functions and mental processess and certain brain structures. At last, from Velasco (1996) and Schaeffer (2009), we will argue how contradictory and insufficient are the statements of dualism by supossing that the mind is above the body, and that only men have access to that dimenssion because of their language.
Keywords
Dualism, body, mind, brain, substance, human exception.
Introducción
Influenciado por el esplendor de la ciencia moderna, René Descartes se propone edificar un método para conocer la verdad partiendo de la duda, ésto con el fin de replantearse cuestiones epistemológicas y ontológicas sedimentadas en la tradición filosófica. Como punto de partida recurre a la formulación de la primera regla plasmada del Discurso del Método, en la que invita a
“no aceptar nunca como verdadera ninguna cosa que no conociese con evidencia que lo era; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención, y no comprender en mis juicios nada más que aquello que se presentase tan clara y distintamente a mi espíritu que no tuviese ocasión alguna de ponerlo en duda” (Descartes, 1984, p.63).
De igual modo, en las Meditaciones Metafísicas, específicamente en la primera meditación titulada “la duda metódica”, el autor señala la necesidad de someter a duda todas sus antiguas creencias, en virtud del carácter engañoso de los sentidos, pues “si pienso que no tengo sentidos, y creo que el cuerpo, la figura, la extensión, el movimiento y el lugar son ficciones de mi espíritu ¿qué, pues, podrá estimarse verdadero? Acaso nada más sino esto: que nada hay cierto en el mundo” (Descartes,1991, p.282).1A este cuestionamiento Descartes dedica, en la segunda meditación, un tratamiento epistemológico que nos permitirá llegar a la primera certeza y fundamento de su sistema dualista, a saber, la máxima “«pienso, luego existo», que es necesariamente verdadera, mientras la estoy pronunciando o concibiendo en mi espíritu” (p.283), convirtiéndose además en garantía epistémico-ontológica del ser humano.
Como consecuencia de dicha certeza, se hace evidente entonces una escición cuerpo-mente o res extensa– res cogitans, que explica al hombre como compuesto de dos sustancias o realidades regidas por principios diferentes; en el caso del cuerpo o materia por leyes universales de la física, y para la mente o pensamiento, por atributos espirituales de los que Dios dota al hombre, guardando, además, una relación de jerarquía. Como prueba de ello volvemos al pasaje en el que el filósofo francés sustenta la certeza del cogito:
“el hecho mismo de que yo pensaba dudar de la verdad de las demás cosas, se seguía de una manera muy cierta y evidente que yo era; mientras que si hubiese dejado de pensar, aunque todo el resto de lo que había imaginado hubiese sido verdad, no tendría razón alguna para creer que yo fuese; conocí, con eso, que yo era una sustancia toda la esencia o naturaleza de la cual no es sino pensar, y que no necesita, para ser, de ningún lugar ni depende de ninguna cosa material; de manera que ese yo, es decir, el alma, por la cual yo soy lo que soy, es enteramente distinto del cuerpo, e incluso más fácil de conocer que éste, y que, aun cuando éste no fuese, el alma no dejaría de ser todo aquello que es.” (Descartes, 1996, p. 94).
Sin embargo, este dualismo suscita discusiones acerca de la interacción entre ambas substancias. Para explicarla, el autor se vale de su conocimiento fisio-anatómico para proponer que en la glándula pineal se da la integración de emisores y receptores, y, por tanto, ésta puede señalarse como puente entre lo material y lo inmaterial. Sin embargo, pese a la explicación sustentada en la integración posibilitada por dicha glándula, se han escindido irremediablemente los productos de la mente respecto de la materia en la que acontecen y se manifiestan, suscitado tanto justificaciones como refutaciones, algunas de las cuales serán abordadas a lo largo del texto, como es el caso de la crítica del fantasma en la máquina, el error categorial, la excepción humana y el segregacionismo consecuente.
Crítica de Ryle al dualismo cartesiano
Según la interpretación que Rubén Talaván (2007) hace de la crítica que Ryle dedica al dualismo, el origen del error del cartesianismo radica en el afán de justificar la relación entre mente y cuerpo que lo llevó a problemas difíciles de resolver, pues “aunque descartes escribió que la relación entre el cuerpo y la mente no podía ser explicada con la imagen del piloto en un navío, al introducir la glándula pineal convirtió el cuerpo en un barco fantasma, y al piloto en un espectro” (Talaván, 2007, p.199). Este fenómeno, desarrollado por Ryle en “El concepto de lo mental”, es conocido como “el mito del fantasma en la máquina”, y se ocupa principalmente del postulado cartesiano que señala que todo ser humano tiene una sustancia pensante y una extensa que participan de mundos diferentes, a saber, de uno interno designado a lo mental, y de otro externo relativo al cuerpo, y que la mente es de mayor estimación o relevancia que el cuerpo.
Otro aspecto criticado por el filósofo inglés resulta ser lo que el denomina un error categorial, que surge de la incapacidad de explicar lo mental como sustancia, pues “como el vocabulario acerca de lo mental no puede interpretarse significando el acaecimiento de procesos mecánicos, debemos entenderlo significando el acaecimiento de procesos no-mecánicos” (Ryle, 2005, p. 16), de modo que, la explicación de lo mental sólo es posible como negación de los conceptos tomados del mecanicismo. Por otra parte, se indica la escasa distinción entre percepciones internas y externas, pues Descartes sugiere que son más claras las percepciones que devienen de la introspección, argumento en el cual se sustenta el cogito, no obstante señalando la incognoscibilidad de las otras mentes, lo que limita irremediablemente los procesos mentales a un aspecto subjetivo e inoperante en el mundo material.
Como solución a dicho problema Ryle propone una salida que explica la mente a través del comportamiento humano (conductas), empero, “la solución del problema tiene un alto precio, pues con ella se suprime, o se considera irrelevante, la dimensión subjetiva de la existencia consciente. De manera que el modelo gana en coherencia, pero a costa de renunciar a todo un ámbito de realidad” (Talaván, 2007, p.203).
Critica al dualismo desde la obra de Antonio Damasio
Desde otra perspectiva, en el capítulo diez de la obra titulada “El error de Descartes”, escrita por el neurólogo portugués Antonio Damasio, se aborda el problema de la relación mente-cuerpo desde las neurociencias, no para escindirla, sino para proponer la teoría que sostiene que “sin cuerpo no hay mente” (Damasio, 1996, p. 249), disipando a su paso la visión dualista que aún permea la concepción del hombre. Para explicarla, Damasio sugiere que los productos de los procesos mentales como son las emociones, el pensamiento, la toma de decisiones, entre otras, tienen una correspondencia con unidades estructurales del cerebro. Dicha afirmación surge del estudio de casos clínicos estudiados por el neurólogo, como es el caso de Phineas Gage, un paciente que sufrió un accidente en el área prefontal del cerebro, la cual le causó un notorio cambio en su comportamiento tras haberse recuperado aparentemente, en su caso se puede relacionar entonces la afectación de una estructura física con una manifestación en facultades mentales, como las que posibilitan la toma de decisiones y las emociones, indicando además, que los productos mentales no dependen de un único centro cerebral sino de varios sistemas en continua cooperación.
Del mismo modo, otro argumento que sustentaría el abandono del dualismo, es aquél que señala que la mente surge como producto del proceso evolutivo de los organismos, en palabras del neurólogo, “en principio estaba el organismo, y después el pensamiento”( p. 276), tesis soportada en el estudio del proceso evolutivo de organismos mentalizados en los cuales se hace evidente, a juicio de Damasio (1996), que la mente surge de la actividad de los circuitos neurales, en gran parte formados a través de la evolución en respuesta a requisitos funcionales del organismo, es decir, que los circuitos neurales representan ininterrumpidamente al organismo mientras es perturbado por estímulos del entorno físico y sociocultural mientras actúa sobre éstos, por tanto no es posible escindir al organismo de los procesos mentales, pues lo mental surge como manifestación de la relación del organismo con su entorno.
Así mismo, desde otras perspectivas acerca del fenómeno de lo mental, mas específicamente desde el enfoque fisicalista- funcionalista, se admitirá la imposibilidad de sostener una teoría dualista, recuperando además la idea de lo mental como producto de actividad cerebral, pero sin reducirla únicamente a una estructura orgánica, pues “ al funcionalismo sólo le interesa concebir los estados mentales como estados funcionales, tanto si son funciones de un artefacto humano (como le cerebro), como si lo son de un mecanismo inorgánico (como un ordenador)” (Martínez, 1996, p.205).
Critica al segregacionismo derivado del dualismo, desde la propuesta del fin de la excepción humana
En el capítulo dos de la obra titulada el fin de la excepción humana” (p.14) pueden dilucidarse distintas críticas a los argumentos en que se ha sustentado el dualismo cartesiano, tales como la escición cuerpo-mente2, la prevalencia de lo mental sobre el cuerpo, y la pretensión de la exclusividad de lo mental en el hombre.
Respecto a la división del hombre en dos sustancias, y la preeminencia de lo mental sobre el cuerpo, Schaeffer advertirá lo contradictorios e insuficientes que resultan los argumentos del dualismo, pues, en palabras suyas,
“el eventual carácter epistémicamente secundario del conocimiento del cuerpo no prueba en modo alguno el carácter ontológicamente secundario de la corporeidad respecto del alma (en cuanto determinación de la esencia del hombre). En otras palabras, aunque el cogito lograra establecer la anterioridad epistémica absoluta de la autorreflexión consciente, esto no nos permitiría inferir automáticamente que nuestra identidad ontológica se ubique más en el alma que en el cuerpo” (Schaeffer, 2009, p.72).
En consecuencia, respecto al cogito sólo puede tenerse como certeza que pienso, dado el acceso privilegiado de lo mental como aquella parcela privada a la que sólo yo puedo llegar mediante la reflexión, sin embargo, no puede establecerse a partir de ello que lo mental por ser conocido mediante la reflexión sea primero o de mayor estimación que el cuerpo.
Por otra parte, Schaeffer encuentra problemática la interpretación de la máxima cartesiana desde su aspecto lógico, pues asegurar que se existe en virtud del pensamiento, no conlleva necesariamente a suponer que el cuerpo es característica secundaria, sino lo contrario, porque existo pienso.
“En efecto, de la verdad de la proposición “Pienso, luego existo” no se puede derivar directamente la verdad de la proposición “No pienso, luego no existo”. La única proposición que se pueda derivar directamente a partir de “Pienso, luego existo” es “No existo, luego no pienso” (en virtud de la ley de contraposición). Pero esta proposición afirma simplemente que para pensar hay que ser (existir), y no que para existir hay que pensar” (Schaeffer, 2009, p.72).
Por último, es menester mencionar uno de los aspectos mas importantes en la crítica de este autor al dualismo, a saber, la relacionada con la negación del fenómeno de lo mental en los animales, pues en el afán de Descartes por justificar el dualismo en el hombre, y con éste el mecanicismo del cuerpo y la inmortalidad del alma, designa de manera arbitraria lo mental únicamente a la especie humana en virtud del lenguaje, pues “a su juicio, el lenguaje es el único signo y la única marca segura de pensamiento oculto y encerrado en el cuerpo” (Schaeffer citando a Descartes, 2009, p.79) tesis para Schaeffer empobrecida y reduccionista, que no posibilita una comprensión naturalista del hombre como forma de vida biológica no segregacionista, y que, además, sólo puede ser sustentada mediante una vía externalista, dado el carácter público del lenguaje; vía completamente contradictoria con el carácter privado de lo mental desde el argumento del cogito. De otro modo, si lo mental ha de ser humano en virtud del lenguaje, y éste fuera privado o interno, entonces no podríamos nunca asegurar que los animales no accedieran a dicho fenómeno dada la incognoscibilidad de un yo diferente al mío.
Para finalizar, resulta menester reflexionar acerca de la importancia del cogito en la fundamentación del método cartesiano, y con éste en el desarrollo de la ciencia moderna. No obstante, debe admitirse o señalarse aquéllas ideas que se tornan insuficientes para explicar al hombre, pues en la medida que se ha estudiado el ser humano y su dimensión psicológica a la luz de la ciencia, a saber, como producto de procesos fisio químicos que acontecen en el cuerpo, éstas dejan de ostentar actualidad, convirtiéndose en una de las teorías que dio explicación sobre el hombre en determinada época, y que ahora hace parte de la historia de la psicología y la antropología.
Conclusiones
- El error categorial al que alude Ryle hace referencia a la imposibilidad del cartesianismo para explicar la doble sustancialidad del hombre, mas específicamente en lo referido a lo mental, pues para describir este fenómeno utiliza las mismas categorías del cuerpo, aunque de manera negativa.
- Desde la crítica al cartesianismo dedicada por Antonio Damasio, mente y cuerpo no pueden entenderse como sustancias separadas, en su lugar propone que lo mental surge de la actividad de los circuitos neurales, en gran parte formados a través de la evolución, en respuesta a requisitos funcionales del organismo. (sin cuerpo no hay mente)
- Desde la perspectiva de Schaeffer, el argumento del cogito no esta sustentado lógicamente de modo adecuado, éste considera que es condición para que se de el pensamiento, la existencia, no al contrario como lo se sustenta Descartes.
Referencias bibliográficas
- Descartes, R. (1984). El Discurso del Método. Editorial Grandes pensadores.
- Descartes, R. (1991). Meditaciones Metafísicas. Editorial Escalpe.
- Talaván, R. (2007). Descartes: Vida, pensamiento y obra. Grandes pensadores.
- Ryle, G. (2005). El Concepto De Lo Mental. Editorial Paidos.
- Damasio, A. (1996). El Error de Descartes. Editorial Andrés Bello. https://www.academia.edu/17368764/Damasio_A_R_1994_El_error_de_Descartes
- Velasco, J. (1996). El Problema Mete-cerebro: Sus Orígenes Cartesianos. Contrastes, revista internacional de filosofía, vol 1, pp. 191-210. https://doi.org/10.24310/Contrastescontrastes.v1i0.1874
Luisa Fernanda Pemberty
Filósofa
- Segunda meditación: De la naturaleza del espíritu humano; y que es mas fácil de conocer que el cuerpo. Descartes, R. (1991). Meditaciones metafísicas. Espasa Calpe.
- Pese al aporte realizado por Damasio en la crítica manifiesta al dualismo, debe admitirse que, incluso un siglo atrás a la publicación de su obra, ya se venía estudiando la relación entre los procesos mentales con las diferentes estructuras que conforman el cerebro. Como muestra de ello podemos remitirnos a los estudios de neurólogos como Korbinian Brodmann, Paul Pierre Broca, Jean-Martin Charcot o Carl Wernicke.