Literatura
Poesía
septiembre 2024
Poemas de Berona Teomitzi.
De mi existencia
No sé el momento exacto
es difícil recordar las nueve lunas
donde coincidió nitrógeno y carbono
en mi alma vieja viajera
En qué lluvia exacta
eclosionó el cardumen de mis células
Es difícil recordar la cama donde…
la piedra que fui
la espuma de antes
las palabras cortejando a mi madre
el olor de las flores seductoras
La tierra cómplice donde broté
cómo una hierba buena
siemprehierbamala
El viaje útero hasta llegar muerte
La bienvenida del viento
el sol, pezón ardiente
agua dulce en mis labios
Quizá
si hago un intento
puedo visitar a Memoria
al abuelo Río
A mis pulmones regalando suspiros
debajo de un jacarandá
A mis ojos persiguiendo la lluvia de junio
atravesando siglos de historia
Pero, aún así
no recuerdo cuando me salieron
estas piernas para huir
Pero pronuncio mi único
primer nombre en silencio:
Nuvia
Soy así osamente llamada
Llamada a las tres de la mañana
Son mis ancestras
me han dejado las caderas
igual de anchas en la cama
Cabellos olor café
lluvia de noche
Junio, lo repito nuevamente
En donde se archibó mi folio
mi boleto del bus
mi contraseña
mis luciérnagas
anémonas de mis noches
La única luz que me queda
es la memoria
Es el agua hirviendo
en la estufa de la abuela
Es un danzón
y mis primeras deudas con el día
Quisieron las montañas
darme un corazón flotante
encima de una hoja
Quiso mi corazón escapar
de estas manos diminutas
pero lo guardé en una caja de cristal
donde le doy de comer
tres veces al día…
Nadie sabe la exactitud
de la danza fecundadora
de cielo/libertad
Nací como Nuvia
pero viví como Isis, Wyrd o Kali
fue junio que trajo a mi generación
condenada lentamente al abismo
Fue la época de hasta aquí…
donde las geopolíticas
delimitaron nuestros sueños
sueños de vagones hacia lo incierto.
Trébol de cuatro hojas
que no cosechamos todas
en el camino fangoso
Suerte que se escapa
en las puertas
de un autobus nómada
Puertas cerradas
son nuestros labios
ante la inmensidad de la tierra
Ciudad asfalto
hecha de miedos
Osamenta de nosotras
las viajeras
hemos llegado a una linterna
de miles de vagabundos
Hemos llegado a la urbe
después de un mar
Miles de palmeras
El rezo de mi madre
disparó a todos mis depredadores
Nadie detuvo de mis pasos,
pero no soy la misma
en esta tierra desconocida
Quizá mi nombre nosea Nuvia
Tal vez ladrona, mulatita,
extranjera, mi amor…
Berona Teomitzi. Chiapas, México. Ha publicado cuatro poemarios: Germinando Versos (2007) Unicach, Cantos líquidos (2013) Editorial independiente Public pervert, Las nomeolvides a punto de brotar (2018) Ed. Casa de poesía, Costa Rica, Tiempo de libélulas (2020) Ed. Fabrica de tristezas.