Literatura
Reseña literaria
septiembre 2024
Reseña literaria: la maja de Goya y Anaïs
por Guido Schiappacasse
El gran filósofo de Königsberg (Prusia)1 estudió la esencia de lo que es ser verdadera humano, descubrió que se nos es permitido conocer a través de la razón y cuál es el proceso por el que llegamos a conocer, también indagó en las acciones humanas y sus imperativos, ya sean estas conductas buenas o malas; y concluyó su monumental obra explorando el juicio estético y teleológico. Sin embargo, el ser humano no es solo su discernimiento, su comportamiento ético o su juicio, también es una amalgama de sentidos, erotismo y placer sexual.
Al respecto, el erotismo (del griego Eros) es una cualidad de ciertos hechos y situaciones que estimula la sensualidad, vale decir, es aquello que excita o estimula el placer sexual; es más, aquella cualidad puede descubrirse en la expresión artística, ya sea en la pintura, escultura, fotografía, teatro, música, cine o literatura.
Así, hoy les sugiero que, dentro del género del cuento, introduzcámonos en la húmeda caverna del subgénero de la narración erótica; y por ello, en esta presente entrega les recomiendo el relato «La maja»2, obra sensorial de una muy particular escritora, doña Anaïs Nin.
Anaïs Nin Culmell (1.903-1.974) fue una escritora nacida en Francia, pero que tomó como segunda patria los Estados Unidos de Norteamérica, nacionalizándose yanqui. Hija de un pianista cubano de ascendencia española y de una cantante de esta isla caribeña, durante su infancia viajó mucho acompañando los quehaceres profesionales de sus padres. Pero sucedió que, a sus 11 años de edad, ella, su madre y demás familia fueron abandonados por su padre, lo que detonó en la joven la necesidad de escribir su vida en su diario de peripecias, escritos que se iniciaron con una carta dirigida a su progenitor.
A los 19 años de edad se casa con el banquero Hugh Parker Guiler, quien se la lleva a vivir a París. Allí, una vida acomodada pero insípida más su lectura de D. H. Lawrence3, la convencen de dedicarse a las letras; y así ve la luz una de sus primeras obras, el ensayo «D.H. Lawrence: un estudio no profesional».
Poco después conoce a Henry Miller4, quedando prendados el uno del otro y convirtiéndose en amantes. Pero, ¿podrá creerse?, también se hace cercana a June, esposa de Miller, y con ella comparte amoríos y el placer que puede producir el voyerismo. Aquello conduce a Anaïs a escribir «Henry y June», donde conocemos sabrosos pasajes de su relación romántica con este matrimonio.
Sigue su carrera literaria, empieza a escribir su novela «La casa del incesto», conoce a los psicoanalistas René Allendy y Otto Rank, que exploran su psique y mucho más porque ambos se rinden al encanto de la escritora, convirtiéndose los dos intelectuales en sus amantes. Y el tiempo pasa, porque veinte años después de ser abandonada por su padre, se reencuentra con él y se reconcilian en una relación incestuosa; o al menos, los diarios de Anaïs dejan entrever aquello.
En 1.939 migra a Estados Unidos de Norteamérica, convirtiéndose en la primera escritora de relatos eróticos con sus obras «Delta de Venus» y «Pajaritos». En 1.955 se casa por segunda vez con Rupert Pole, sin haberse divorciado de Guiler, y siendo bígama mantiene una doble vida entre la modesta casa de California con Pole y el opulento departamento en Nueva York con Guiler, siendo este último muy tolerante con sus affairs; es más, con sus haberes siempre apoyó el amor por las letras de su compartida mujer.
En 1.966 nuestra peculiar heroína alcanza el éxito y la notoriedad pública con la publicación de sus diarios de vida. Dada su creciente fama, decide anular su matrimonio con Pole para que no salga a la luz pública su bigamia, sin embargo, sigue transitando entre los hogares de su segundo y primer marido, hasta que un cáncer de ovarios le impide viajar tanto y se queda definitivamente a vivir con su segundo hombre en California.
La crítica la elevó a las alturas de ser pionera en los escritos eróticos y la precursora del feminismo; es más, en 1.973 fue honrada con el doctorado honoris causa del Philadelphia College of Art. Tras su muerte su imagen y legado de vida y arte ha perdurado, de hecho, «Henry y June» fue adaptada para el cine en 1.990 y en el 2.021 Léonie Bischoff5 escribió una novela gráfica basada en las obras «Diarios», «Incesto» y «Henry y June» de Anaïs.
Una heroína de lo más controvertida, de vida liberal y escritos transgresores y vanguardistas para su época como lo fue su vida misma, con su arte como espejo de su existir, de hecho, reflejos de sus experiencias, impulsos y apetitos pueden descubrirse en el cuento «La maja», obra que hoy les recomiendo disfrutar.
El pintor Novalis se decide a casarse con María porque su bella le recuerda a su pintura favorita, «La maja desnuda», de Goya6. Así, «ni corto ni perezoso» se la lleva a vivir a la Ciudad Luz. María celebra con infantilismo su cuarto marital, decorado con muebles venecianos, su cuerpo se estira en placer, pero no le permite a su marido disfrutar de la visión voyerista de su ser completamente desnudo, hay que apagar las luces para gozar del sentido, porque ella es española, puritana y burguesa. Es más, como el perro del hortelano, también toma la costumbre de hacerle escenas de celo e interrumpir su trabajo cuando su hombre pinta a una modelo desnuda. Este estrés deteriora la salud de esta mujer y se le receta medicamentos para dormir, unos un poco fuertes porque bajo el influjo farmacológico no despierta ni con un terremoto. De esto se percata Novalis, porque toma la costumbre de levantar por las noches el camisón de seda de su mujer por arriba de sus voluptuosos pechos y recorrer con su vista y sus pinceles todo su cuerpo, disfrutando de la visión que le regalan sus senos, el valle de su vientre y la selva de sus entrepiernas. Pero, para que no descubra su ardid, cada pintura de ella, recostada en traje de Eva, es retocada en su rostro para que no se parezca al de María. Ella ni cuenta se da del engaño, pero pese a ello, continúa enfermando ante esta relación que se sigue deteriorando, porque Novalis ya no siente deseo por una María despierta y la deja de buscar, de aquello María perfectamente se percata, aunque desconoce que su anatomía es espiada y pintada por las noches. Poco después, se va del hogar a visitar a unos amigos, pero sus celos pueden más y vuelve de sorpresa al seno conyugal. La casa parece vacía, ella entra con sigilo y entreabre la puerta del despacho de Novalis, seguramente lo encontrará amando el cuerpo de alguna desfachatada modelo. Pero, ¡oh sorpresa! Novalis, enajenado, fuera de sí, completamente desnudo, se está revolcando sobre un cuadro de María pintado por él y que yace complaciente en el suelo; el pintor besa con ahínco las entrepiernas de la obra con un cabello completamente desordenado y su erecta arma viril, a su alrededor, otros cuadros de esta maja desnuda están apostados en los sillones, con un rostro siempre distinto al de su mujer. Ella, encantada con la escena, se desnuda completamente, venciendo su puritanismo, pudor y vergüenza; y hace suyo a Novalis, compitiendo e intentando superar el hervor que producen los cuadros en su pintor…
Un cuento que cumple a cabalidad con su objetivo, el de estimular los sentidos básicos del placer carnal. Aquí, en la mayoría de la historia se recurre a las metáforas y con sutileza se entregan pequeñas dosis de erotismo, sin caer en la vulgaridad ni la grosería, las palabras forman una pintura de colores bien acabados. Pero, en el clímax la obra toma otro tinte y la narrativa erótica es de tonos fuertes y brillantes, siendo su autora más directa en su entrega sensorial y llevándonos a un desenlace literario de lo más placentero.
También, el título de la obra está muy bien puesto, el nombre del relato se extiende durante todo el recorrido del lector y este no olvida el motivo de la nominación de esta narración, que simboliza el cuerpo brillante, albo y aperlado de María en todo su esplendor y sin velos de vestimenta que lo osen opacar.
Con respecto al tiempo que toma leer este relato, este es justo y preciso, no es demasiado corto como para que las palabras no logren cuajar los colores de la pintura narrativa, ni demasiado largo como para que los tonos se diluyan en una falta de sentido narrativo.
Y como ya hemos dicho en otras entregas, en la obra literaria se pinta el conjunto de experiencias del autor; y esto precisamente ocurre en este relato, el cual explora el voyerismo inicial del pintor Novalis y luego el fetichismo que le producen los cuadros que ha pintado de su mujer desnuda, con voluptuosidad generosa y complaciente. Así mismo, la autora indaga en María sobre los diques que impiden un acto de generosa entrega, me refiero a las represas del pudor o vergüenza ante el propio cuerpo desnudo y a las barreras mentales religiosas que invocan una acción pecaminosa en el natural acto del apareamiento.
Finalmente, esta historia no solo es erótica, puede ser algo cómica, porque María nos recuerda al perro del hortelano, que no come las verduras del huerto de su amo, pero tampoco deja que los otros animales disfruten de estas hortalizas. De la misma forma, María no se desnuda ante los ávidos ojos y pinceles de su marido, pero tampoco deja que otra fémina la reemplace en esta labor.
Así, con esta sonrisita he terminado el análisis de esta obra, una que se torna en complicidad, porque si bien mi ánima está en casa de su madre y por ello a mí me espera no más que la ducha fría, esta noche ustedes, tras terminar de gozar con este relato de Anaïs, más de alguno, al amanecer siguiente, despertará con una sonrisa bobalicona de oreja a oreja, un gesto que recordará la oscuridad recién pasada, una noche memorable, y todo gracias al deseo que puso en nuestros sentidos la lectura de «La maja»…
- Immanuel Kant (1.724-1.804): considerado uno de los pensadores más influyentes de la filosofía universal, autor de obras magnas como «Crítica a la razón pura», «Crítica a la razón práctica» y «Crítica del juicio».
- La Maja: cuento erótico de Anaïs Nin. El link de la publicación en Internet es: https://ciudadseva.com/texto/la-maja-nin/#google_vignette
- David Richard Lawrence (1.885-1.930): escritor británico caracterizado por una literatura profundamente reflexiva sobre los efectos deshumanizadores que conlleva la Modernidad y la Revolución Industrial; junto con el abordaje de temas como la vitalidad, la espontaneidad, la sexualidad humana y el instinto; lo que le llevó a ser censurado y perseguido por la autoridad de su tiempo.
- Henry Miller (1.891-1.990): novelista norteamericano caracterizado por escribir en forma semiautobiográfica y con ahínco en la denuncia de la hipocresía moral de la sociedad estadounidense de su época, lo que produjo más de alguna controversia en el seno del puritanismo americano.
- Léonie Bischoff (1.981): nacida en Ginebra (Suiza). Es una artista contemporánea de cómic e ilustradora de prensa, ganadora del premio del público del festival de Angulema (2.021) y autora de la novela gráfica «Anaïs Nin en un mar de mentiras».
- Francisco de Goya (1.746-1.828): uno de los pintores españoles más relevantes y uno de los grandes maestros de la historia del arte universal. Autor de la pintura «La maja desnuda», una de las célebres obras de este autor, pintura de la cual se cree que tuvo como modelo a Josefina Tudó, esposa de Manuel Godoy, noble y político francés que le encargó este cuadro a Goya, pero ¡con la modelo vestida!