Literatura
Poesía
marzo 2024
Modo espera
Frandys Oropeza
Mirar por la ventana, en tanto el transporte sigue en marcha, es sorprendente.
alguien habla sin parar, no se cansa de hablar, bla bla bla y todo se torna un elemento
cíclico del yo.
Un acto de sordera colectiva, solo eso, solo aquello
deseo perderme y logro hacer que el cerebro se coloque en stand by
¿Quién es esta persona?
Habla sobre lo bueno y malo de ser él, siendo más lo primero que lo segundo.
escucho brevemente
El cerebro se expande, arde, se pierde
Es un viaje para recuperarse de la vida, del mundo, aunque este vuelve a ti,
vuelve pidiéndote permiso, haciendo que todo deje su lugar, que todo tenga condición
humana y lastimosa
Mido las cosas alrededor, estas se colocan en distintas tonalidades, estas divergen y forman
un circulo.
Se cierra
Un espacio para no tener paciencia,
sigue la rutina de hacer una o dos cosas por momentos precisos, no se puede entender la
manera inorgánica en la que se hace un poco de algo.
Piensa en el calor de hogar complaciente, estas a la espera de irte, de convencerte
Pero, todo se convierte en una pausa
El cerebro se convierte en un taladro, que golpea a cada segundo.
Buenas personas, malas personas, personas.
miles de vasos, comida en masa reducida a cenizas por dos comentarios mal prefijados en
la carne.
Las comisuras de los ojos pican en una ausencia multiuniforme,
aún si pido por un poco de aquello que me lastima, se me exige que lo piense.
Cansancio por las horas, cansancio por el mismo juego familiar.
En casa piden por estar y agradecen por fijar tiempo parcial en el círculo, para ellos.
Allá no eres nada
Lo que está ahí, hace la mueca de un ser vivo consciente.
Por qué están empeñados en el ritmo de un circulo de la propiedad privada.
Llega el silencio, se acaban las cosas que se mueven, nadie se conoce, solo parecen hacerlo,
y puedo mirar cuando las hormigas se marchan
entiendo, la gran mentira, es humo.
Las grandes cosas, no tienen mucha importancia
intento reconocerme e ir al sueño, al instante donde fui feliz.
Eso me rasga, me asquea, me besa a los labios y sus olores fuertes
son cuatro paredes a oscuras, donde me lastimo en la cascara de mi soledad de oruga,
por qué pasa el día, los días, los meses
y me digo:
¿Dónde estuve?
Es como preguntarse un recuerdo, es convencerse de un recuerdo.
no he perdido la magia.
Quieres matarla, deshacerla en fuego
linda, yo se atravesar el fuego
Tú, no puedes contra eso.
Frandys Oropeza (1988) Coro, Edo Falcón. Escritor FreeLancer, poeta y ensayista. Licenciado en educación, en lengua, literatura y latín. Técnico superior universitario en artes audiovisuales. Docente universitario en el área de artes audiovisuales de la UNEFM, ex-coordinador del PNF de artes audiovisuales. Tallerista de escritura creativa y guion cinematográfico.