Literatura
Poesía
febrero 2024
Selección de poemas de Arritmia, de Hernán Contreras R.
Extremos
La mariposa no puede recordar que ha sido oruga
así como la oruga no puede adivinar que será mariposa
porque los extremos del mismo ser no se tocan.
Enrique Lihn.
Ver el sol en un vidrio botado
a las dos de la tarde un día de invierno
el calor se nos perdió hace meses
en lo que podría ser una botella rota
se encuentran las tardes de verano
el ruido de los álamos y un niño corriendo
es solo un vidrio
encandila durante unos segundos y aparecen
las imágenes de una estación contraria
queremos frío en el calor y calor en el frío
tomamos cerveza o vino
para sentir el otro extremo
el niño alcanza su objetivo
y una hoja
suena bajo los zapatos
el vidrio ya no te encandila
ahora ves el sol
en una poza que aún no se seca
y todo parece indicar lo siguiente:
el suelo contiene al cielo
en el agua de la lluvia de ayer.
Riesgos
la inmundicia dices, la inmundicia
y un mundo a contraritmo: ¿qué esperas para dar el salto?
Tania Favela
Se secaron los ojos apenas abiertos
las pestañas volaron y se mezclaron
con las primeras sombras del día
frenar
era romperse
un cuerpo intenta despegar
la calle que vibra por el calor
deja zapatos abandonados
a nuestras espaldas
todo lo imaginable
fue en otros años
que el color de los cerros
cambiaba con las horas.
Distracciones
Y fuimos descendientes de las aves
semejantes al caer en picada
Marcela Parra.
Abrí las ventanas para buscar
silencio
en los ruidos
como en una caída
mis párpados se arrugaron
buscaba mirar
la quietud del vuelo de un cóndor
luciérnagas invertidas
que trajeran la noche a pedazos
me había llevado a la casa
todas las suelas que ese día
intentaron emparejar el pavimento
hoy también vi un listado de nombres que solo crecía
de nuevo
palabras intermitentes
otra vez
por todo lo que es una jornada
Paseo
caída de paños
sobre veredas aún frías
retazos
de tela comprados
en cámara lenta
Vicente Oyarzún Cartagena
Ver siluetas alargadas
multiplicadas como mano que se agita
y adivinar qué banca se mantendrá vacía
las vitrinas nos vuelven a recordar el paisaje
soledad encandilada al estar rodeada de gente
la imagen de quien se va sin despedirse
se borra un domingo
en silencio
los ojos buscan el sol en las veredas
los pasos propios en los oídos
cuando todos los colores están en donde pertenecen
se escucha un pétalo
al caer
aun así
alguien podría extrañar los paños en el piso
las palomas entre las migas
carros de comida cada vez más ofertas más distracciones
pero sólo se confunden entre sí papeles y hojas secas
que amagan con quedarse fijas en el suelo
donde algunos duermen y soportan el silencio hasta la hora
en que abren las oficinas
nos dicen
que un lugar se vacía con su propia multitud
el ruido de un río
que anuncia un escape entre tanta piedra.
Interpretaciones
el viento que entra por las ventanas
lo convierte todo en bandera
Andrea Alzati
Toda noción de lo que vemos
es el intento de hallarnos aquí
la lluvia el agua de los aires acondicionados
el viento la velocidad de las micros en carrera la brisa
las piletas de las plazas
sólo la nieve los pétalos del almendro
me han hecho sonreír.
Otra pausa
Ver el cielo
en los cerros
el mar en la poza de la esquina
ahí donde navegaron
barcos hundidos
por la misma mano que los creó
ver los cerros en el mar
el cielo en ese mar
ahí se espejeaba todo
hasta que el mundo y mi cara
se iban con las olas provocadas por una hoja caída
que el más mínimo viento
se hubiera llevado.
Posibilidades de otros ritmos
A falta de estaciones
de un paisaje
los ojos vuelven a ver otros ojos
una canción conocida en el trayecto
sonrisas tímidas que juegan entre las bocas
los oídos mueven los dedos
el ritmo en los muslos
la dureza de un vidrio y un hombro
pueden ser la almohada más blanda.
Sobre el ritmo
La gente avanza
avanza más rápido
tanto
que parezco inmóvil
el segundo
de seguir con la mirada
al agua de una cascada en su caída
el ritmo descontrolado es visible
desaparecen
quienes intentan detenerse
personas arrastradas
es más una forma ya realizada
que una conducida por un movimiento propio
la imagen es la de un cuerpo
tirado por todas las cosas
que están en tu ciudad
Parte de la Presentación del libro que realizó Isabel Guerrero para su lanzamiento (diciembre 2023) Puedes leer el texto completo en el sitio web de Lector.Cl
[…] Los poemas como escenas, nos regalan capítulos de una historia que pulsa, que viaja a pestañeos entre recuerdos, pequeños flashback de vivencias que van y vienen como el río, cuestionan y determinan el presente… el tiempo, como la medida de lo que no se puede medir, se alarga como ese cuello que busca el agua o la multitud y esa multitud como la humanidad sin sentido, hipnotizada al tiempo que avanza, el hablante se detiene en las curvas del camino para tantear el terreno, la ciudad está presente en contraste con la anatomía de la naturaleza, con el esqueleto de los árboles que se filtra para recordar la infancia o recordar que “el humano” siente, está vivo, y que puede conmoverse con la sencillez de una hoja.
Como lectora de poesía, aprecio en Arritmia la interpretación que hace desde una época ruidosa, en la que se hace necesario buscarse en lo sencillo, reconocerse en la calle, recordarse desde la sutilidad de un vidrio, de un aroma, de una imagen. Aprecio el rescate que un hablante cansado emprende frente a las fragilidades, usando las mismas para fortalecerse. En este mundo tangible que nos impone Arritmia no podemos desentendernos en superficialidades, mirar para otro lado o hacer cuenta de que las cosas no afectan…
La buenaventura que nos deparaba el progreso no llegó, porque la miseria es atemporal, porque no hemos salido de ese abismo, de esa caída moral que ha separado el bien común de la carne. Que nos ha dejado sin palabras propias para hilar una historia. Hace rato se nos cayó dios del olimpo, así también se nos cayeron los ídolos, los mártires, los héroes.. nos quedan cuadros vacíos sin retratos que acomodar, la resignación de que por más que tejamos, las agujas se siguen quebrando. Vemos eso en Arritmia, un caldo frío que quedó sobre la mesa a espera de los comensales que no llegaron.
nos dicen
que un lugar se vacía con su propia multitud
el ruido de un río
que anuncia un escape entre tanta piedra.
Isabel Guerrero
diciembre 2023