Literatura
Poesía
octubre 2022
Poemas de Rodrigo Morales
Almendro por Tulsa
Naciste para entender el lenguaje del bosque,
su promesa de raíces aturdidas en un reino de pena
y de borrachos aburridos.
Ellos son tus hermanos,
los que te dirán que al despertar serás un poco más huérfano
y que debes bañarte con bencina antes del lóbrego remar
hacia la terrible orilla póstuma del paraíso.
Aun así, por un momento respiraras motas de polvo que chocaran entre sí,
dando un sabor de almendro recién nacido a la cosecha.
Te convertirás en un beso solitario a una vértebra limpia,
los huesos que el viento vomita cuando la voz suicida
de la noche se pudre para darle memoria a la matanza.
Baltazar
Podía saborear los huesos de ese astro inmaculado,
detenerlo justo donde apuntaba mi escopeta,
siempre listo para matar.
No podía quejarme.
Ahí estaban las ganas de …
De ser un yonqui abrazado al vertedero de mi sangre.
Baltazar es mi nombre
y por mi hambre han nacido días que la vida protege.
Todo lo que pido es entender
como la larva es santuario de los amores supremos,
nido de los cementerios en la cabeza del hijo encerrado en su pieza.
Porque solo soy pocas partes de muchos miserables,
todo espíritu en un ocaso colgado en la nada,
he vivido con el deseo de gloria
para el hombre de navíos condenados,
esperando en la retina del animal vengativo,
el golpe de gracia en las muñecas rajadas.
Por eso atraviesa esa latitud de bestias implacables,
dales como yo,
la idea de un país que no esconde sus edades
para así azotar con violencia irreprochable
la mierda seca en nuestras ropas.
Que no haya otro reino desatando las plagas,
solo el hombre como distancia a la deriva.
Rodrigo Morales. Nació en Santiago en 1980 y actualmente vive en Maipú.