Literatura
Narrativa
octubre 2022
TINDER
por Fedora Freites
A Arévalo no le gusta la realidad virtual. No le inspira ni le interesa en lo más mínimo. No tiene redes sociales, pues le parecen una pérdida de tiempo, y su celular hace rato que dejó de existir. A sus 77 años trabaja en una fábrica de condones, supervisando el proceso en los tanques de maduración del látex. Un oficio tranquilo, repetitivo y que no le exige mayores sacrificios. Arévalo es un hombre solitario, meditabundo, enjuto de carnes, de aspecto alargado y de un color verdusco – rosáceo. Sus compañeros de trabajo presuponen un vínculo obligado con la sociedad, una unión que se produce únicamente por y gracias a la fábrica, pero que, una vez suena el timbre de salida, se interrumpe hasta el día siguiente cuando la rutina vuelve a comenzar. Los fines de semana hace el mercado y aprovecha para tomar fotografías, el único hobby que se ha permitido en los últimos años. Hace aproximadamente un mes, uno de sus compañeros de la fábrica le hizo una apuesta, si la perdía, debía abrirse una cuenta en Tinder, la conocida red de citas. Por qué fue la apuesta, no viene al caso. Lo que sí tiene relevancia es que perdió, y ahora Arévalo es un nodo más en la inmensidad del mapa de enlaces. El perfil en Tinder lo administra Francisco, su compañero de 35 años que sí tiene teléfono y que sabe mucho de redes sociales. Al llegar ese día al trabajo, Francisco le avisó a Arévalo que tendría un encuentro a ciegas, esa misma noche, en un café en el centro de la ciudad.
A las seis de la tarde en punto, como todos los días, sonó el timbre de salida de la fábrica y Arévalo, que había pasado todo el día con sensación de mareo y ganas de vomitar, se fue para su casa como alma que lleva el diablo. Pero lo que le angustiaba hasta tal punto no era el pensar qué iba a ponerse, o qué diría o haría en la cita. Le irritaba sobre todo la incomodidad y el fastidio que le suponía romper la rutina diaria. ¿Quién limpiaría la buhardilla? ¿Quién se encargaría del almuerzo para el día siguiente? Por supuesto que no sería Francisco -pensó-, que a estas horas estaría llegando tranquilamente a su casa sin ningún tipo de contratiempos. Por eso lo Maldijo. Maldijo a Francisco, a las redes sociales, a su vida… Aunque no a su vida… Al trabajo en la fábrica que le obligaba a relacionarse con tales pelmazos. Débiles de mente. Imbéciles. Pequeños cretinos ignorantes y sus estúpidas redes sociales… En fin… Maldijo todo y escupió en el lavamanos la pasta dental que hacía espuma en su boca. Abrió el grifo y al mirarse en el espejo del baño, se dio cuenta de que ya estaba listo para salir. Agarró la cámara fotográfica que estaba sobre la cómoda y se dirigió hacia el café donde le esperaban.
Al día siguiente, al llegar al trabajo, Francisco le preguntó a Arévalo con tono burlón: – ¿Y entonces? ¿Disfrutaste la noche?
A lo que éste, sin interrumpir su trabajo en los medidores de látex, respondió con un casi imperceptible movimiento de hombros. Pero sus pensamientos volaron hacia la cámara y los tesoros que escondía en la tarjeta de memoria, después de todo -se dijo-, tal vez Tinder no estaba “tan mal”.
SEMBLANZA AUTORA
FEDORA FREITES. Fine Arts degree. Master in Costume Design. Artista multidisciplinar, apasionada y con amplia experiencia en el ámbito de las letras y las artes en general. Como directora de arte, escritora, docente y actriz en su propia compañía, Producciones Forte, ha producido muchas obras de teatro y cortometrajes desde 2003, y ha sido galardonada tanto en España como en Venezuela. Moebius, su último cortometraje ganó 15 premios internacionales. 2009 MA Costume Design. Instituto Europeo di Design, Barcelona, Spain. 2000-2005 BA Fine Arts. Universidad Central de Venezuela.