Literatura
Artículo / Ensayo
junio 2022
El camino en la poesía
por Beatriz Elena Puertas
Bajo el supuesto de que la vida es un trayecto entre dos extremos, muchos poetas han reelaborado la metáfora del camino que empieza con el nacimiento y termina con la muerte. Sería inacabable un repaso de todos los poemas que toman esa figura retórica. Baste mencionar a Machado, quien le añade una negación “caminante no hay camino/ se hace camino al andar”, Carriego por su parte, lo viste de nostalgia “Tus piedras parece que guardasen en secreto/el rumor de los pasos familiares”. González Urbina lo hace depositario de la desdicha amorosa: “Ví un árbol a la orilla del camino, y me senté a llorar mi desventura”. Anibal Arona se sienta a contemplarlo “me detuve a la vera del camino (…) para ver pasar un trozo de mi muerte”
A poco que se inicie un recorrido por diversas poesías y poetas de distintos continentes, se podrá comprobar que la figura retórica que se forjara ocho siglos antes de Cristo, aquella que plasmara Homero en la Odisea, el viaje de retorno de Ulises, da el salto histórico y geográfico, se recupera y nos hermana en la comunidad de la palabra. Recurso poético que se multiplica como los peces de la parábola bíblica.
En este artículo sostengo que muchos siglos después es un poeta griego el que retoma con genialidad a su predecesor, en el poema Itaca: Konstantino Kavafis.
Lo logra recalcando que el viaje es más importante que la meta. El poeta griego de Alejandría, Constantino Cavafis (1863 – 1933), nos habla sobre la importancia de disfrutar el camino, cualquier camino, y no sólo anhelar el objetivo: una metáfora que puede extenderse a muchos procesos de nuestra vida. Me quedo pensando en los millones de respuestas que abre el último verso “entenderás ya que significan las Itacas”.
ITACA
CONSTANTINO KAVAFIS
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
En este poema, el autor no habla del inicio, solo recalca cómo es el viaje o bien cómo debería ser y el sentido que tiene el simple llegar.
“¿Cómo un poeta que nació en Alejandría y pasó parte de su juventud en Londres (…) llegó a transformarse en la figura consular de la moderna lírica helena?- se pregunta Carlos Spinedi en su libro Temas y Testimonios. Periodista especializado en temas culturales, colaborador en los años cincuenta de publicaciones como Noticias Gráficas, Mundo Argentino, Capricornio y otras. Entonces, le da una vuelta de tuerca a la relación de Kavafis con la figura retórica considerada.
Este gran poeta griego del mediterráneo, no se cría ni se educa en su patria, ya que la invasión de los turcos otomanos lo lleva junto a su familia a Inglaterra. Pero madura su poesía con el retorno tras el regreso al pago chico. La respuesta que da Carlos Raúl Spinedi abre otros interrogantes, a considerar en próximos artículos, pero están basadas en la función aglutinante de la lengua, un factor preponderante en la soberanía.
BEATRIZ ELENA PUERTAS
Beatriz Elena Puertas de Argentina, Licenciada en Letras y Profesora de Enseñanza Media y Superior en Lengua y Literatura. Tiene un programa de Radio llamado “en busca del verso perdido”, publicó dos novelas y siete libros de poesías, también está en Antologías de Poesías y Cuento.