Agujas de Papel
Poemario de Christina Ramalho (Sergipe, Brasil)
Literatura
Poesía
Julio, 2021
Agujas de Papel
En contexto de pandemia y confinamiento se han escrito y publicado textos literarios de diferentes géneros, y la poesía no ha sido la excepción en estas búsquedas y revelaciones del poetizar y pensar ¿Qué diferencia el libro Ponteiros de Papel o Agujas de Papel de otros? ¿Cuáles son los diálogos íntimos con estas nuevas formas de habitar que realiza la hablante lírica desde un lugar de enunciación con sus propios pensamientos, en acciones cotidianas repetitivas y a veces únicas, para desplazarse hasta el afuera de las cifras de muertos, el horror, y a la vez la conciencia del estar vivos junto a otros/as?
Desde Revista Mal de ojo les compartimos algunas reseñas sobre el libro, comunitario en la construcción y circulación, puesto que su autora, Christina Ramalho (Sergipe, Brasil) invita a escritores/as, académicos/as, gestores/as culturales de diferentes países (Bolivia, Cabo Verde, Argentina, Chile, etc) a dialogar con los 61 poemas numerados como: En casa 1, En casa 20, etc. Publicada por Zeta centuria ediciones en una edición bilingüe (Argentina)
Gigia Talarico (poeta y narradora Chile-Bolivia) señala: Christina es docente, investigadora, estudiosa de la poesía y, responsable de una vasta y versátil obra poética, que va desde poesía épica inspirada en clásicos, hasta poemas breves cuya profundidad exige un arduo trabajo de síntesis. Christina es una enamorada de la vida y me atrevo a afirmar que en su caso, el acercamiento, la justicia y el amor son la semilla de su obra, a la que se entrega con la misma pasión y sinceridad con que vive. Sus palabras en algunos casos (Poemas Breves) parecen brotar mínimos en palabras y enormes en contenido, esculpiendo festivamente su poesía. En otros, (Italo), la entrega incondicional y apasionada desborda las palabras, o como en (Lección de vuelo), donde es reflexiva, femenina y contestataria.
Punteros de Papel, es producto del confinamiento pandémico, a puertas cerradas, su voz poética pasea a diario por su interior y lo que son pequeños momentos del cotidiano, pensamientos fugaces que se inician como tomas en negativos de fotografía, y que se van convirtiendo rápidamente en una profunda y sentida introspección sobre la vida, la crisis, el tiempo y la muerte, todo sin desarrollo ni salida del cuarto oscuro. Para estos negativos, ni el sistema ni las pantallas, (ladronas de sueños e inventoras de consuelos materiales) tienen respuestas.
La poeta sintetiza en líneas concretas y sensibles, una reflexión sobre este tiempo de encierro y de ausencias. La inmensidad del ser comunicativo y empático de Christina, traspasa las paredes haciendo suya la soledad y el sentir de todos. La incertidumbre pesando sobre un nuevo tiempo amenazante, sin ofertas ni respuestas, donde los seres humanos nos tornamos invisibles fantasmas, obligados a tejer mortajas para el pensamiento y para nosotros mismos; y a diario también destejerlas para guardar la esperanza de seguir teniendo la antigua posibilidad de reinventarnos.
Christina Ramalho: el arrebato de la depuración
El escritor boliviano, Homero Carvalho expresa que: la poeta Christina Ramalho hace que sus versos seduzcan a los fantasmas de las palabras para revelarlos en una indiscreta epifanía en cada poema de Ponteiros de papel; libro escrito en portugués en el que “los poemas vigilan el sueño del gato y los secretos de la habitación”. La poeta quema las imágenes de la nostalgia, del recuerdo, del ser que habita el espacio entre las paredes y el cielo para que, de sus cenizas, como el ave Fénix, esas imágenes resuciten en poemas.
El poemario está dividido en dos partes, en la primera se encuentran sesenta poemas bajo el denominativo En casa, En casa 1, En casa 2…y en la segunda parte Otros poemas. El poema para Christina es el íntimo arrebato de la depuración como se puede apreciar en: “Libertad// palabra tan amada, /ave extraña/ con plumas de rebelión” y es una sensible fibra de las raíces de la humanidad que se revela en la página como se puede leer en cada poema de la segunda parte.
Después de leer Ponteiros de papel compruebo que los buenos poemas no están escritos en el papel, salen de nuestros ojos y se instalan allí; porque los buenos poemas nos leen a nosotros, dicen lo que hubiéramos decir respecto a eso mismo que estamos leyendo. Christina ha cumplido con en el lector, porque escribir un poema es como empeñar la palabra, el lector tiene que comprobar que el poeta cumplió con el compromiso.
Juliana dos Santos Santana (Mestranda em Estudos Literários no Programa de Pós-Graduação em Letras da UFS) nos dice: “Tenho apenas duas mãos/ e o sentimento do mundo”. Foi com a exatidão desses versos de Carlos Drummond de Andrade que terminei a leitura de Ponteiros de papel. A leitura dos poemas revelou-me um Eu-lírico sensível ao contexto atual do mundo. O isolamento, o distanciamento social, o “fique em casa”, tão necessários hoje, são abordados de forma delicada e sensata. Os ponteiros de um relógio marcam as horas, os minutos e os segundos, dando-nos a noção do tempo e, em meio a todo esse caos, não é rara a sensação de perder essa noção. Além disso, é possível sentir junto com o Eu-lírico todo o peso, toda a perda, toda a angústia e a frustração que nos foram abatendo ao longo do presente ano em nosso país. A leitura deste livro também convidou-me a mergulhar mais profundamente no que tenho sentido diante dessa realidade de mundo na qual me encontro e do quanto é importante a expressão diária de sentimentos aos que me cercam.
Ponteiros de papel para um mundo “sclock”
Desde Cidade da Praia (Cabo Verde) Manuel Brito-Semedo (Doutor em Antropologia, escritor cabo-verdiano) se refiere a Ponteiros de Papel: A cidade do Mindelo, na ilha de São Vicente, Cabo Verde, situado no atlântico médio, de onde sou originário, foi uma cidade-porto que, na segunda metade do século XIX até os inícios dos anos trinta do século XX, desempenhou um papel importante na ligação entre a Europa e a América do Sul.
Os habitantes da ilha de São Vicente souberam tirar partido dessas circunstâncias e, entre outras, acabaram por desenvolver uma variedade própria da sua fala do crioulo, a sua língua materna, com a incorporação de um sem número de vocábulos, corruptelas do inglês, que, ainda hoje, usam no seu dia-a-dia. Uma dessas palavras é “sclock” vinda do inglês o’ clock (hora certa) que, com adição de uma partícula de negação des (simplificado para s), ganhou o sentido de “não certo”, “avariado”, de cabeça ou doido, “fora do tempo”.
Ao classificar este mundo louco e surreal que estamos a viver devido à pandemia da covid-19, que veio alterar toda a nossa vida como a havíamos estruturado antes, faço-o na minha língua materna onde melhor sinto e expresso esse estado, “mundo sclock”, designação essa que atribuo a estas minhas breves notas por sugestão do título e da gravura da capa do Ponteiros de papel, o mais recente livro de poesia de Christina Ramalho.
Este conjunto de poemas, sob a designação “em casa” – escrito de uma forma sistemática, de 28 de Março a 30 de Julho – foram uma maneira encontrada pela autora para manter a sua sanidade mental – ficar o’clock – fazendo arte para driblar a obrigatoriedade de ficar em casa com “a recusa do tempo / de ser exato”.
O livro Ponteiros de papel compõe-se de 60 poemas, organizado em quatro blocos de quinze, metaforicamente, quatro quartos de uma hora, uma unidade de medida de tempo, traduzindo-se em um poema por minuto.
E assim a Christina Ramalho vai
costurar o tempo
ponto a ponto
alinhavando dúvidas
perfurando o tecido
cosendo o medo
da vida e da morte
como se fizéssemos
não nossa própria
mortalha
mas um vestido
de estampa colorida
que usaremos
na saída
do labirinto das horas
La estética del verso y del silencio
Marcia Batista Ramos (escritora brasileira radicada há 25 anos na Bolívia) expresa que en tiempos de peste, la vida se encerró en casa y el tiempo cobró otro sentido. Como otro sentido cobro el miedo, la muerte y el miedo a la vida y a la muerte.
Todo fue escatológicamente anunciado: los 19.638 casos, los 1.036 muertos, los números de cada día…
El pensamiento vuela, intenta todo y salvar al mundo adentro o afuera de la casa, no logra… No es posible. Desconsuelo total, en ese momento del tiempo, los punteros se detienen y el pensamiento quiere ser kamikaze: el ojo llora. Se queda la conciencia de haber ido demasiado lejos. Silencio…
Búsqueda de consuelo: verso…
En Ponteiros de papel el flujo del tiempo, es más constatado que percibido por la poeta, desde la emoción simbólica y del sentido del otro, en una fusión de tristeza e impotencia ante el quiebre del mundo y de la vida misma.
Ante la fragmentación, la poeta hace un esfuerzo descomunal de recoger y colar los guijos de esperanza, para lograr sobrevivir y ser voz del otro, de aquél que está invisibilizado, por ser contabilizado como un número, por usar un barbijo, por el dolor de no poder decir…
Además, la poeta tiene el privilegio de ser perceptiva, permeable y sensible a pérdidas y tragedias, esto es, tiene el privilegio de ser genuinamente humana.
La poesía, en Ponteiros de papel, se presenta como un ejercicio del pensamiento, generadora de ideas y da testimonio de nuestro tiempo, cavila el estado de la condición humana en varios planos.
Por medio del verso y del silencio, la poeta comunica su visión personal del mundo, de una manera profunda, abarcando la totalidad de la vida: suya y ajena.
Christina Ramalho, habitante del tiempo sufriendo la agonía, por percibir la existencia de los humanos detrás de los números, detrás de las máscaras, sufriendo la angustia de respirar cuando el aire se agota, segundo a segundo para el otro; escribe su diario en verso, en poema que, igual que el tiempo existirá a partir de un observador, si no hay observador el tiempo no existe.
En su caso el poema está destinado a perdurar y a contar la historia triste de esta época de mucho dolor, a través de la estética del verso y del silencio, en la voz, ya universal, de Christina Ramalho.
Pedro Varoni Jornalista, Doutor em Linguística pela UFSCar, editor do Observatório da Imprensa e autor de A Voz que fala na Voz que Canta: Poética e Política na trajetória de Gilberto Gil. Señala que: Ponteiros de papel, o novo livro de poemas de Christina Ramalho, tem como matéria prima o tempo, a morte e a vida. O contexto é o calendário de 2020, um ano marcado pela pandemia que devia nos fazer mudar a perspectiva sobre o mundo. Mas se todos os esforços são no sentido de uma volta à normalidade consumista, acelerada e injusta, o tempo da poesia proposto por Christina desloca nossa sensibilidade para um novo aprendizado. Estamos diante de uma espécie de diário poético da quarentena que começa no entremeio entre o verão e outono, atravessa o inverno e chega à estação das flores. Mas sobre o tempo cronológico corre, em outro ritmo, o tempo das significações.
A maturidade poética de Christina se faz ver na habilidade no manuseio da linguagem e no ritmo, escapando aos excessos e revelando a contemporaneidade do poema no atual estado de coisas. A consequência é a identificação com os signos familiares revelados nos versos. A casa, teto, abrigo, água para a sede onde descobrimos ternura, reinventamos palavras. “No casulo/ando fazer voar/borboletas.
Em abril, a brisa que sopra na solar Aracaju, terra escolhida por Christina para viver, traz ecos de Manuel Bandeira. Quando a indesejada das gentes chegar nos encontrará num baile de máscaras sem carnaval. Há uma dupla dimensão na relação com a morte. A consciência da finitude e da fragilidade humana revelada pelo vírus cujo avesso é a potência da vida e a revolta contra o estado de coisas, da morte banalizada nas estatísticas e irresponsabilidades cuja reação é a revolta.
Densidade e lirismo se equilibram numa espécie de pêndulo entre os afetos e o contexto político. A doença como metáfora das injustiças sociais e daqueles que usam em vão os símbolos cristãos para propagar a necropolítica. “Perdemos todos/ nessa demora/para entender/ que mais que sorte/ é preciso amor/ para entender a morte”.
Impossível não encontrar a indignação em vidas que são economia, comorbidades, signos que saltam do noticiário para nossa intimidade. A dor se revela nos amigos perdidos para a doença. “O Brasil foi um país/hoje é uma mortalha.” É preciso escrever um poema sobre a revolta. Agosto ia adiantado.
Os ares de setembro lançam o germe de uma nova esperança. “Ponteiros de papel” traz outros poemas da lavra recente de Christina. Encerramos com a potência metalinguística da poesia. A pedra como metáfora Drummoniana-Jobiniana, pau e pedra, passo e ponte, antes que seja tarde para palavra “Amanhã. Essa poesia do tempo presente, dos homens presentes é artigo tão raro quanto necessário. Obrigado Christina.
Priscila Branco, escritora e poeta, pesquisadora de poesia brasileira escrita por mulheres, editora e curadora da Revista Toró, se refiere a la relación del tiempo en estas Agujas de papel: O tempo da poesia é outro. Ele vai se enredando em seus ponteiros de papel. O tempo da poesia é tudo aquilo que nos atinge por todos os lados, como um trauma, que se repete sem notarmos.
Também o espaço da poesia é outro. Uma casa não é só uma casa: se para muitos uma prisão, para a poeta é o lugar da invenção, da possibilidade, do enfrentamento à morte:
” no casulo/ ando fazendo voar/ borboletas”
Um livro, uma casa e nosso país: todos um casulo de pedra. Aqui dentro, como forma de resistir, viver e inventar, iluminar a caverna, acender uma vela, desenhar borboletas na parede. Convocar o amor.
A poesia de 2020 está mergulhada no luto, mas também na esperança. Se nos dão páginas de silêncio e escuridão, respondemos com luz e fogo. Escrevemos a História na possibilidade da queda e do voo.
Daí que me chega esse livro quando mais preciso dele: lendo os poemas, chorando por me sentir afetada, lembrando de todos os momentos que olhei pela janela, que escrevi, que li outras pessoas, que abri o noticiário, que me senti sufocada, que abracei meu companheiro, que liguei para minha mãe, que lembrei de um momento ou outro que andava pela rua com o vento no rosto.
A poesia da Chris tem um quê de encantamento, outro quê de resistência, um luto necessário, mas todo o amor e vida de que precisamos. É um livro preciso.
Obrigada, Chris, por acender palavras. Tem faltado muita luz aqui em casa, e com essa vela consigo reunir as borboletas.
Les invitamos a leer una breve selección:
En casa 5
pensamientos
barajados
en números desnudos
vida en juego
sin cartas marcadas
muchas reglas
y casi nada
para apostar
en el juego de las horas
somos
como nunca
rehenes de la suerte
asustados
con los aullidos de la muerte
01/04/2020
En casa 11
duerme la vida
tan frágil
olvidada hasta
de ser vida
agenda aplazada
agujas casi detenidas
todo en compás
de espera
todo medido
en números
curvas
estadísticas
proyecciones
retratos fríos
de tristes mañanas
07/04/2020
En casa 16
coser el tiempo
punto a punto
hilvanando dudas
perforando el tejido
cosiendo el miedo
de la vida y de la muerte
como si no hiciéramos
nuestro propio sudario
pero un vestido
de estampado colorido
que usaremos
en la salida
del laberinto de las horas
12/04/2020
En casa 32
un baile de mascaras
sin carnaval
desfila el dolor
en los supermercados
en las fruterías
en los balcones
en los hospitales
muchas caras
sin espejos
viendo la trama
de sus vidas
cruzando
sin fantasía
la avenida
del miedo
29/04/2020
Christina Ramalho, nació en Río de Janeiro y vive actualmente en Sergipe. Doctora en Letras (UFRJ, 2004), con postdoctorado en Estudios Caboverdianos (USP / FAPESP, 2012) y en Estudios Épicos (Université Clermont-Auvergne, 2017). Es profesora asociada de Teoría de la Literatura y Literatura Brasileña en la Universidad Federal de Sergipe, donde también se desempeña en el Programa de Posgrado en Letras. En Literatura, publicó Sessenta minutos (epopeya híbrida, 2021), Ponteiros de papel (2020), Poemas de Danda & Chris (poemas para niños, 2020), Lição de voar (poemas, 2019), Poemas mínimos (2019), fio de teNsão (2018), Ítalo (poemas y crónicas, 2018), Catimbó (crónicas recopiladas, 2018), Dança no espelho (cuentos, 2005 y 2018), Laço e nó (poemas, 2000) y Musa Carmesim (poema épico, 1998). Pronto se publicará en Argentina su libro Agujas de papel, por Zeta Centuria Editores. Sitio web: miXturas (www.ramalhochris.com)