Literatura
Artículo
febrero 2021
Ishikawa Takuboku, el árbol que todavía susurra
*Por Gian P. Codarlupo
A lo largo de la historia la literatura japonesa nos ha legado grandes poetas, desde los poetas aparecidos en el Kokinshuu, pasando por Saigyō el monje poeta que emprendió un viaje ininterrumpido de 50 años, Matsuo Basho, Yosa Buson, Akiko Yosano, etc. Entre todos estos nombres, aparece el de Takuboku. Alguien, que sin lugar a dudas, ocupa un sitial a la altura de su poesía. Han pasado más de cien años desde Takuboku nos dejó, pero su poesía aún susurra, persiste y seguirá persistiendo el paso de los siglos. Este breve artículo hará un repaso por la vida del poeta. Al final, el lector podrá encontrar la bibliografía utilizada y también una pequeña selección de su producción.
Su verdadero nombre fue Hajime y su apellido Isikaua. Su seudónimo en japonés fue Takuboku, que significa <<Árbol susurrante>>. Tuvo una vida bastante corta pero intensa. Apenas llegó a los 26 años víctima de una tuberculosis que padecía casi toda su familia. Su vida estuvo signada por la tragedia, la pobreza, la soledad, el amor, y la poesía. En la obra de Takuboku podemos observar que además de utilizar la tanka para describirnos la naturaleza, lo hace para mostrarnos su cotidianidad, su alegría, su desgracia. En fin, las caras que tenemos todos los seres humanos.
Takuboku nació en el pequeño pueblo de Jinoto. Su padre fue un bonzo de la secta budista Zen. Al cumplir dos años, la familia se muda y establece en Sibutami, en la prefectura de Iwate, ubicado al norte de la isla Honshu. Este lugar sería el que Ishikawa consideraría su verdadero hogar y en muchos de sus tankas reflejaría esa añoranza.
Durante su etapa en el colegio fue considerado un alumno destacado, tanto así que le llamaban <<el niño prodigio>>. Sin embargo, cuando empezó el bachillerato también empezaron las lecturas de libros de literatura y pasó a ser el estudiante más holgazán, faltando muchas veces a clase. Cuando tenía 14 años se conoce y se enamora de Setsuko Horiai. Takuboku comenzó a participar en manifestaciones referentes a reformas educativas y a los 17 años abandona los estudios diciendo que <<iba a hacerse famoso con la literatura>>. En 1902 asiste a una reunión de Shinshi-sha (Asociación de nueva poesía) y se entrevista con la famosa poeta Akiko Yosano, quien dirigía la revista Myoojoo (Estrella de la mañana), fundada en Tekkan en noviembre de 1899. Aquí publica algunas tankas bajo el nombre de Hakuhin Ishikawa. Hakuhin quiere decir “blancas flores de hierbas flotantes”. Al poco tiempo cae enfermo y vuelve al pueblo a recuperarse. El padre del poeta era Principal del templo de Sibutami, pero el 26 de diciembre es destituido de su cargo acusado de malversar los fondos. Ishikawa tiene que asumir en ese momento las riendas del hogar.
En 1905 aparece su primer libro de poemas Akogare (Anhelo) gracias al apoyo económico de sus amigos de la escuela secundaria. Ese mismo año el poeta se casaría con la mujer de la que siempre estuvo enamorado: Setsuko Horiai. Se establece en Morioka donde continúa con sus actividades literarias. Otra vez la pobreza y los problemas de dinero acarrean su vida y se ve obligado a Sibutami donde obtiene el puesto de maestro de escuela. En esta misma temporada empieza a escribir novelas. Un año más tarde nace su primera hija llamada Kioko. Empieza una vez más a involucrarse en los movimientos sociales organizando huelgas y protestas, teniendo siempre una identificación con los oprimidos, cuestionando las injusticias. Esta situación no es bien vista por las autoridades y lo acusan de ser un revolucionario. El poeta tendría que salir apedreado del pueblo. Más tarde escribiría:
Echado a pedradas
salí de mi pueblo.
Aquella pena
nunca se me borra
de mi pensamiento.
Parte a Jokkaido dejando a su familia. En Jakodate se desempeñaría como maestro de escuela y como periodista. Aquí se enamora de la joven maestra Chieko Tachibana pero no es correspondido. Le escribiría varias tankas como por ejemplo:
Hay algunos días
que al pensar en ti
mi corazón,
sereno hasta entonces,
se echa de pena a bullir.
En el mes de septiembre de ese mismo año sucede un incendio que destruye el colegio y el periódico donde trabajaba Takuboku. Esta vez tomará otra ruta y se dirigirá a Sapporo, capital de Jokkaido, donde empieza a trabajar de nuevo como periodista. Dos semanas después deja la ciudad y parte hacia Otaru, donde sigue trabajando en un periódico. Dos meses después abandona esta ciudad y se va a Kusiro donde trabaja como redactor jefe y encargado de la columna literaria del periódico local.
A inicios de 1908 tiene un romance con una <<gueisha>> llamada Koiakko, de apenas 19 años. Otra vez abandona su trabajo y se va para Tokio donde decide dedicarse enteramente a la literatura, específicamente el género de la novela, pero estos libros son un rotundo fracaso editorial. Un hecho singular en este año es que durante del mes de junio tiene un lapso creativo feroz. En un estado irrefrenable de creación desde las primeras horas del 24 de junio hasta las 2 de la madrugada del 26, logra escribir cerca de 246 tankas. Un tiempo de 50 horas sin parar. Cien de estas tankas logran verse publicados en el número de julio de 1908 de la famosa revista Myoojoo.
Una de las particularidades del poeta es que estaba dispuesto a ayudar a los demás, arriesgando incluso su propia supervivencia. Es así, que al examinar su diario podemos encontrar un pasaje en donde habla de cómo se quedaba sin dinero con tal de ayudar a dos jóvenes que prevenían de su pueblo. Además, aquí encontramos datos relevantes como el hecho de que fuera un lector apasionado de la literatura rusa y en especial del anarquista Pier Kropotkin, a tal punto que estando en el hospital, copia a mano en su cuaderno la obra titulada El terror en Rusia y también un ensayo de Tolstoi sobre la Guerra Ruso-Japonesa. Estos datos echan más luces sobre lo que llevaba por dentro Takuboku, quien siempre se encontraba en conflictos internos por sus problemas económicos y espirituales.
El 7 de junio de 1909 logra reencontrarse con su familia. Su amigo Ikú Miyasaki, el militar adinerado que meses después se casó con su cuñada, fue quien pagó el viaje a la capital. Ya por este tiempo la relación con su esposa iba quebrantándose, pues tuvieron una serie de separaciones que fueron enfriando la relación. El poeta solo vivió con su esposa de junio de 1905 hasta mayo de 1907. En 1910 nace su segundo hijo, Sinichi. Solo logra vivir tres semanas. Un golpe terrible en la vida del poeta, que escribiría:
Era tarde una noche
cuando yo volví
de mi trabajo
y abracé a mi hijo
que acababa de morir.
Logra pagar el entierro gracias al dinero recibido de la editorial Toundoo, una suma de veinte yenes por su segundo libro Ichiaku no suna o en la traducción, Un puñado de arena. A partir de este momento vienen una serie de avatares que terminarán silenciado su vida. Dos meses después de la muerte de su hijo le diagnostican peritonitis crónica y tuberculosis pulmonar incurable. Ingresa a un hospital donde continuaría escribiendo poemas con un pie en la tumba:
Cuando respiro,
este sonido en mi pecho
¡más solitario que el viento de invierno!
Aunque cerré los ojos
nada atravesó mi mente…
sólo este vacío al abrirlos de nuevo
A mediados del año 1911 su padre se va de la casa y por esos mismos días encuentra una carta de su amigo Ikú Miyasaki, dirigida a su esposa. La carta decía: <<Quiero morir a tu lado>>. No se sabe con precisión hasta qué punto llegaron las relaciones entre la esposa del poeta y Miyasaki. Este hecho significó la ruptura de la amistad.
En el mes de marzo del año 1912 moría la madre de Takuboku, víctima de tuberculosis. Un mes después, el 13 de abril, fallece Takuboku. Su último libro de poemas Tristes juguetes apareció de manera póstuma, en junio de 1912, seis días después del nacimiento de su hija quien se llamó Fusae. Su esposa moriría el 5 de mayo de 1913 en Jakodate, padeciendo la misma enfermedad.
Breve selección de poemas
(Traducción de Masateru Ito y Elena Gallego)
Arano yuku kisha no gotoku ni
kono nayami
tokidoki ware no kokoro wo tooru
Como algún tren a través de un páramo
esta agonía
de vez en cuando a través de mi corazón.
Atarashiki asu no kitaru wo shinzu to iu
jibun no kotoba ni
uso wa nakeredo
“¡Yo creo en la llegada de una nueva aurora!”
estas palabras mías dichas con seriedad
y sin embargo—
Hito ga mina
Onaji hoogaku ni muite yuku.
Sore wo yoko yori miteiru kokoro
Todas estas personas
yendo en la misma dirección —
y yo, mirándolas de refilón.
Hyakushoo no ooku wa sake wo yameshi to iu
motto komaraba
nani wo yameru ran
Oigo que muchos campesinos dejaron de beber —
si se vieran en mayor apuro,
¿qué sería lo próximo que dejarían?
Naze kooka to nasake nakunari
yowai kokoro won ando mo shikari
kane kari ni yuku
Reprendiendo mi debilidad repetidas veces
y miserable preguntándome por qué soy así
fui a pedir dinero prestado
Kono shi go nen
sora wo aogu to iu koto ga ichido mo nakariki
koo mo naru mono ka?
Estos últimos cuatro o cinco años
ni una vez miré el cielo —
¿puede cambiar tanto un hombre?
Nantonaku jibun wo erai hito no yooni
omoite itariki
kodomo narishi kana
De algún modo
me consideraba importante —
¡tan pueril era!
Yaya tooki mono ni omoishi
terorisuto no kanashiki kokoro mo
chikazuku hi no ari
Pensaba que era algo ajeno a mí,
el triste corazón de los terroristas —
¡pero algunos días los siento muy cerca!
Niwa no soto wo shiroki inu yukeri
furimukite
inu wo kawan to tsuma ni hakareru
Un perro blanco fuera del jardín
me volví
y pregunté a mi mujer sobre tener uno
Referencias
Takuboku. (1976). Un puñado de arena. (A. Cabezas García, Trad.) Madrid: Editorial Ayuso.
Takuboku, I. (2018). Diario en Roomaji. (M. Ito, & E. Gallego, Trads.) Madrid: Ediciones Hiperion, S.L.
Takuboku, I. (2019). Tristes juguetes. (M. Ito, & E. Gallego, Trads.) Madrid: Ediciones Hiperión.
Gian Pierre Codarlupo (Paita, Perú, 1997) Integra el Círculo Literario “Tertulia Cero”. Ha publicado el libro Caída de un pájaro en el mar (Universidad Nacional de Piura, 2018), con el que obtuvo en Primer Premio en el II Concurso Nacional de Cuento y Poesía “Huauco de Oro”. En 2017 fue Mención Honrosa en el X Concurso “El Poeta Joven del Perú”, organizado por la Fundación Marco Antonio Corcuera. Ha participado en distintas ferias y festivales de poesía a nivel nacional e internacional. Es parte del equipo editorial de la Revista Mal de Ojo y de la Editorial Conunhueno. Actualmente radica en Madrid.