Literatura
Poesía
septiembre 2024
Poemas de Orietta Lozano
Boda blanca
En mí laten el aliento del espejo,
el poeta que cava su agujero
y el flujo iluminado
que derrama
la herida de los siglos.
La belleza es un lirio,
Dios, una niña enferma,
el amor, el resplandor de una fisura.
Interior
Georg Trakl,
tu hermana llora
mientras recorre los dorados bosques
y su sombra se ahoga
en la orilla de los ríos.
El rojo crepúsculo ilumina una alondra
que vaga indefinidamente,
y en la noche como un acto luminoso
y necesario
se enciende una luciérnaga.
El cuerpo se alza liviano
ningún sentimiento lo detiene,
y en un cuarto con olor a Dios y anfetamina
un muchacho sostiene
en su espalda el universo
y muy despacio cierra la ventana.
El viento configura mitos
y la felicidad se acuesta moribunda.
Nadie parpadea,
como si fuera tan fácil escaparse.
Estrellas en la niebla
Me vestí con el mismo traje de tu muerte,
y tal vez más desquiciada,
queriendo hallar doble recuerdo,
tomé la mano de mi hija
y la ovillé como si fuera un hongo
o una hoja de papel, en la que no alcancé a escribir;
me hundí con ella,
en el leve vapor del horno
que me legaras en la mañana de un invierno.
Cerramos los ojos, y el mundo siguió hurgando,
buscando gusanos de zafiro.
Del cuervo y la multitud te salvo,
Sylvia Plath,
sé que quieres escapar de las promesas,
encontrar tu agua oscura
y venir a mi legítimo silencio.
Yo, Assia Wevill,
esta mañana, he cambiado
la abyecta hora del reloj,
ahora estoy subiendo las escaleras de tu aldea,
¡vamos, Sylvia,
dispárame!
hallarás tus ovejas en la niebla.
Henriette o el eco
Yo, Henriette,
recorro la dorada orilla del Wannsee,
donde en otro tiempo
temblé de amor y muerte,
dos estallidos, un solo resplandor,
el pacto, no. La herida.
El eco, no. El destello.
Desde el alba,
el imperturbable dado estaba echado.
Cabalgo sobre un caballo de agua
y lloro bajo los desolados árboles,
cierro los ojos y percibo la tempestad
del mundo
ofreciéndome el fulgor
de su último poema.
El solar de la noche
La noche herida como una flor de hielo que se rompe,
noche que alcanza los brazos de Dios
y hasta parece que las piedras sangran.
La noche huérfana que juega como una niña con sus lamparitas
a alumbrar las tinieblas de las calles,
solitaria juega implorando una dulce compañía.
La noche titubeante que regresa al jardín de los cerezos,
se vuelve aguja para entrar al hilo de los sueños
y tiene olor a sangre de manzana.
La noche penitente que se encierra en el ático y se hace antigua
tanteando el ángel olvidado.
La noche desollada que cae al vacío como una piedra desamparada
y cuando se hace humana marca las puertas con los nombres olvidados,
retira su máscara y su rostro viejo tiembla.
La noche temblorosa con sus deditos congelados
tirita sobre un frío abrigo en la espalda del dolor.
Orietta Lozano.
“Escribo para ver el resplandor”
Cali, Colombia. Ha sido directora de la Biblioteca Municipal de Cali. Su obra incluye poesía, narrativa y breves ensayos literarios. Ha publicado entre otros libros: “El brocal del pozo” “Fisuras del viento”, “El silencio del agua”, “Letanía del silencio”, “La herida de los siglos”, “Albacea de la luz”, “Resplandor del abismo”, “Peldaños de Agua”, “El Solar de la Esfera”, “Luminar”, “Antología Amorosa”, “Alejandra Pizarnik”, “El Vampiro Esperado”, “Memoria de los Espejos”, “Fuego Secreto”. También ha sido incluida en diversas antologías, entre ellas: “Poesía colombiana, Antología” (México); “Una Gravedad alegre” Poesía Latinoamericana (España); “Mundo Mágico” “Poesía colombiana” (Brasil); “Silencio en el jardín de la Poesía”, (Colombia); “Azul casi púrpura”, (Colombia); “La infancia recobrada”, (antología del xxiii Encuentro Internacional de poetas, Cereté, Corazón de Mango, Colombia) Arte poética, metapoemas de autores latinoamericanos, (Costa Rica) y Una Antología Inmediata (Francia). Obtuvo el premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus con su libro de poesía “El vampiro esperado”. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, portugués. Invitada a Francia a la XIII Biennale Internacionale des Poètes por la Fondation Royaumont al Seminario de Traducción de Poetas extranjeros para la traducción de su libro “Agua Ebria”.