Literatura
Poesía
enero 2023
Poemas de Steven B.G.
POEMA
“[…] Yes, here`s a room
so warm & blood-close,
I swear, you will wake —
& mistake these walls
for skin”
Ocean Vuong
Esa tabla parece tener la mancha roja de Júpiter
y aquella larga fila de hormigas en el suelo es la historia de mis parientes.
Un cuadro del cielo —mi ventana— y la cama un bote.
¡Vaya imaginación de niño, niño tonto, niño estúpido!
¿Qué fantasías no pueden haber acurrucándose en un rincón, viendo a la pared,
contando las tablas, rayándolas, registrando los años, los siglos, los eclipses y las lluvias
mientras la silueta se agranda y la humedad perfora la madera
por donde se cuelan unos ojos, los de Dios y los míos
que no sirven de espejo ni señal de auxilio,
por donde saco los dedos y como naranjos los arranca de raíz un huracán?
Pero, ciertamente hay rincones que he no explorado.
¿Habrá anotaciones tras el ropero?
¿Bajo la cama?
¿Al revés de la piel y así en todas mis vísceras?
¿Salir? ¿Qué es salir si Todo es un adentro?
Yo estoy sepultado en mí mismo
y el féretro siguiente es de madera
y el de este el mundo
y el que sigue es los siglos…
así hasta la muerte,
así hasta la angustia que roe, corroe y prevalece hasta la médula, hasta el escarnio.
Bien tenía razón uno de nosotros al decir que aprenderíamos a quererlo
y que llegaríamos a necesitarlo y suplicarlo
como a la morfina,
y este amor es una droga
y este amor es un motivo
—todxs necesitan uno.
Este cuarto es un seno
para el recién nacido,
para el náufrago que escapa de una isla de caníbales
para llegar a otra.
Pero, quieren romper las paredes y extirparme como un tórsalo.
Nadie ha de separarnos. Hemos de arder juntos.
***
«Desde lejos la carcasa de este navío parece una paloma caída de costado —pensé—. ¿De quién habrá sido? ¿Qué fue de sus tripulantes? ¿Desde cuándo ha estado aquí? Y sobre todo ¿por qué me parece familiar?».
Por una ventana puedo ver una mesa en la que yace un libro. Entro y la madera comienza a tronar, como bostezando. Tomo el libro y en la última página estaba escrito lo siguiente: Es lo último, ni pan ni agua. Comienzo a delirar, estoy solo… no quiero morir. La fecha era borrosa.
Reconozco que la letra es mi letra; el libro mi diario; la habitación mi habitación; el navío mi casa y el desierto de afuera el mundo.
***
Mi amor murió mirando al cielo
Él era jaula de sus mil palomas agitadas;
Yo,
afuera,
no tenía la llave.
Steven B. G. (Costa Rica, 2000). Algunos de sus textos han sido publicados en diversas revistas literarias internacionales (Hiedra, Palabrerías, etc.). Le tradujeron al italiano.