Literatura
Poesía
junio 2022
POEMAS DE NORA CARBONELL MUÑOZ
CALIGRAFÍA DE LOS SENTIDOS
I. Hellen
Las manos de Hellen Keller son pájaros ciegos.
Descubren la textura de las montañas
en la aspereza de los muros,
y en el alar de sus dedos
la lluvia deja un aroma a río.
Hellen usa las manos, piel expuesta
a su boca sin palabras; nunca
los cuchillos, barreras entre
su hambre y el mundo oscuro.
El silencio toma apariencia de padre y madre,
de mesa y abejas que danzan en las tinieblas;
también de baba en los caracoles rojos.
¿Cómo nombrar, Hellen, el aire que enfría
los huesos como la muerte?
¿Cómo se llama la calidez,
cuando algo que no es el amor
te cubre el cuerpo bajo las tardes de septiembre?
¿Cómo sanar la herida acerba de la impotencia?
II. Anna
Anna Sullivan no puede ver el horizonte,
pero conoce el corazón-equipaje
del viento que silba su elegía del viajero.
No estás sola, Anna.
Tu madre muerta, tu padre muerto,
tu perro muerto, tus ojos en sombras;
pero tú, viva y encendida igual a una llama
en la espesura del combate.
Anna, búscate en otra que no encuentra las palabras.
Sustancia de luz son las palabras, tú tienes la luz, Anna.
La otra tiene la andadura de sus manos.
III. Hellen y Anna
“Mantén tu rostro hacia la luz del sol
y no verás la sombra” escribió Hellen
en las manos de Anna.
¿Cuál de las dos, maestra o alumna,
cobija el verbo exacto,
la claridad de lo nombrado,
el espejo que refleja el espíritu
y no la materia deleznable?
Hellen y Anna conversan
la caligrafía de los sentidos,
la vibración del tiempo
en la garganta, los signos
del arcano en las constelaciones,
el amor sereno de la compasión,
las palabras que se pueden tocar
como las piedras y el fuego.
Puentes y lámparas son tus manos, Hellen,
dijo Anna.
LA INDECISA
Los mínimos gestos:
el miedo en la mano que suelta,
la mirada que huye,
la cabeza que niega.
Vana carrera -la de la indecisa-
que se acorta en el sendero extraviado.
Mientras en una esquina
la muerte espera sin afanes,
la indecisa solo lleva una certeza
en su equipaje:
la conciencia del tiempo irreversible.
EL DESCENDIENTE
En memoria de Aníbal Tobón
Dejarse llevar por los escépticos
es volver al tedioso umbral de lo posible.
¿Quién ha dicho que un caballo
y una bicicleta no pueden encontrar
el santo grial del amor total?
¿Quién ha dicho que en
el centro del dulce disparate,
no habita la verdad del milagro?
¿Quién ha dicho que la suerte esquiva
no se ata con una media de colores?
¿Quién ha dicho que Aníbal de la Mancha
no era descendiente de un estrafalario caballero?
¿Quién ha dicho que la cerveza mata?
¿Quién ha dicho que los poetas mueren?
NORA CARBONELL MUÑOZ. Nació en Barranquilla, Colombia. Poeta y narradora. Filóloga y Especialista en Pedagogía de la Lengua Escrita. Tallerista de redacción y escritura creativa. Miembro del comité editorial de Ediciones Exilio. Fue becaria de la AECID en Madrid, España para IV Curso Internacional de profesores de Español. Autora de los poemarios: Caligrafía de los sentidos, El tiempo es redondo y atormenta, Del color de la errancia, Trece poemas y medio, Horas del asedio, Voz de ausencia. Ha publicado 18 libros de literatura infantil y juvenil, con la editorial Libros y Libros de Bogotá. Sus textos aparecen en varias antologías, entre ellas: Como llama que se eleva (Colombia), Un poblado silencio (Colombia), Las Úrsulas que sostienen la casa (Colombia), Poetas bajo palabra (Colombia), la revista virtual Mal de ojos (Chile) y Literactiva, revista de la escuela de escritores José Gorostiza (México). Ha obtenido distinciones como el Premio Nacional de Casa de Poesía Silva, Bogotá en los años 2014 y 2017, Premio del Portafolio de Estímulos de Barranquilla en los años 2010 y 2017 con antologías de sus Talleres escolares de escritura creativa. Premio Nacional de Cuentos El Túnel en 2004 y Distinción Poesía Xicoalt en Salzburgo, Austria, 1996. Premios en Concurso de cuento infantil de Comfamiliar del Atlántico (versiones 1era y 8ª). Sus poemas han sido traducidos al inglés, italiano, francés y polaco.