Literatura/Comunidad
Ensayo
mayo 2022
De plástico no somos
por Marcelo Rubio
En los inicios del siglo XIX comienza a gestarse el términos “Artes plásticas” para agrupar a pinturas, esculturas, dibujo, grabado, cerámicas. La intención de denominarlas de esta forma fue para diferenciarlas de las artes escénicas. La idea es unificar todas las artes en las que se puede modificar, por medio de técnicas, diferentes materiales y crear una obra.
Plastic Ono Band (la agrupación de John Lennon y Yoko Ono), Plástico Cruel (novela de José Sbarra), Rubén Blades y su Chica plástica, peines de plástico y plastilina, plasticola. Desde 1862 se tiene la primer versión del plástico, pero no tal como lo conocemos ahora. Esa primera invención, con base en el trabajo de caucho descubierto por Goodyear (1839), fue realizada en manos de Alexander Parkers. Su costo de producción era elevado y eso le resto éxito, el invento fue registrado como Parkesina. El avance en ese terreno no se detuvo, y uno de las propuesta interesantes, vino de la industria del billar. Se ofreció un beneficio de 10 mil dólares a quien pudiera reemplazar el marfil de las bolas de billar. Así para 1870 se produjeron las primeras bolas de billar con base de celuloide.
Las fábricas de plástico lograron establecerse en 1927 y para la década del 40 el plástico comenzaba a hacerse popular. Para la década del 60 los plásticos comenzaron a ser parte de la vida diaria, sustituyeron piezas de distintos metales, hicieron más barato algunos productos y se volvieron tan importantes que, a gusto o disgusto, es imposible imaginar un mundo sin plástico. Claro que la importancia se salió de rieles.
A tal nivel hemos llegado que se sostiene que una persona insume 5 gramos de plástico por semana, el equivalente a una tarjeta de crédito. Entre los productos que más plásticos le “aportan” a la salud, está el agua embotellada, los mariscos, la sal y la cerveza.
Si esto sucede con el humano, habrá que investigar qué está pasando en la naturaleza. Como primera medida si los mariscos aportan plástico, entonces hay un problema en el mar, es claro. Cada año 8 millones de toneladas de plástico son arrojadas al mar. Y se cree que para 2030, si no hay un control estricto, habrá 104 millones de toneladas para ser “recibidas” por el océano.
En los últimos 20 años hemos producido la misma cantidad de plástico que en más de 100 años anteriores. Y de esa cantidad 1/3 es contamina la naturaleza.
En el Pacífico se encuentra lo que algunos llaman el sexto continente, una isla de plástico que triplica el tamaño de Francia. Fue divisada por primera vez en 1997 por Charles Moore. Acumula 1.8 billones de partes de plástico. No hay duda de que si queríamos causar un daño en el planeta, lo hemos logrado. La situación es irreversible, y como mucho tomando medidas extremas, podríamos mantener ese nivel de contaminación pero nunca disminuirlo.
De esa isla se desprenden los microplásticos que son consumidos por la fauna marina y que luego forman parte, sin quererlo, de nuestra dieta diaria. Pero no seamos ilusos y creamos que solo está ese problema en el pacífico, hay al menos cuatro islas más, todas ellas diferentes tamaños, una el Indico, otra en el Atlántico y dos en el Pacifico Sur.
-Algunos números para terminar, en el 2020 se produjeron 500 millones de toneladas de plástico, un 900 por ciento más que en 1980.
-La mitad del plástico que usamos al año tiene una vida útil de 10 a 15 minutos (ejemplo vaso, cubierto, sorbetes) pero tarda en desaparecer 500 años.
Si queríamos dejarle algo a nuestros hijos, nuestros, nietos, nuestros tataranietos, lo hemos logrado, el plástico que usamos hoy los sobrevivirá a todos ellos y más. Todavía los científicos intentan determinar cuantos años puede vivir el tiburón de Groenlandia, calcula que 400 años, tampoco ellos verían el final de nuestros plásticos.
Pasamos décadas temiéndole a la bomba, preguntando “¿Cuándo la van a lanzar?” y en esa espera fuimos armando una bomba más peligrosa que ninguna, imposible de desactivar, tan amenazante como un silencio, y tan real que asusta sin verla.
No faltara mucho para tomar sol en playas de puro plástico, donde la arena sea un recuerdo, y tal vez algún visionario se le ocurre armar un parque donde se recree la naturaleza a partir del plástico. Vemos flores de plástico, veremos ríos, playas, animales, montañas, todo plástico. Habrá un Adán y una Eva de plástico, y las muñecas barbies en tamaño natural con su kenes, vestidos elegantes para asistir al funeral de nuestra civilización.
Marcelo Rubio nació en 1966. Es periodista, conduce el programa de radio Kriminal Mambo por am530 radio de las Madres de Plaza de Mayo. Publicó algunos libros de cuentos, La Strada, Bajo el signo de Eva, Fútbol sin tiempo, Nueve relatos atravesados en la garganta, todo ellos por Textos Intrusos. En 2018 por medio Indómita luz Editorial sacó su primera novela breve, Lo que trae la niebla. y en 2019 se editó El Cristo roto por medio de la editorial También el caracol. Para fin de este año tiene planeado sacar un libro de cuentos con el título tentativo de El largo viaje, será un libro artesanal, publicado por Omashu editorial.